La sentencia sí que condena al hombre por un delito de lesiones, ya que él mismo declaró en el juicio que dio «una torta» a la mujer. En la vista negó sin embargo, que la amenazara con una navaja de grandes dimensiones y que la obligara a mantener relaciones sexuales y que además la retuviera contra su voluntad.
Según había declarado la víctima hasta el momento del juicio, el acusado le exigía 600 euros que ella había entregado a un familiar. Después de comprar droga en el poblado de Son Banya le reclamó el dinero y le golpeó. La acusación pública sostenía que después se produjo una violación y que le retuvo hasta que confesó el destino del dinero.
Sin coacción
La sentencia señala que al no declarar la mujer, no puede valorar las declaraciones anteriores de la mujer, como había solicitado la Fiscalía. La Sala indica que no hay constancia de que la víctima se negara a declarar por coacciones del acusado y que el testimonio de las personas a las que contó la violación no es suficiente para condenar al hombre.
El acusado tiene antecedentes por maltrato y cuando ocurrieron los hechos, en febrero del año pasado, era adicto a las drogas. La sentencia le retira el derecho a la tenencia de armas durante dos años y le ordena no acercarse a la víctima durante uno.
2 comentarios
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tal vez si las leyes fueran mas duras no tendria miedo,, si supiera cierto que este tio estaria 30 años en prision sin posibilidad de salir NO TENDRIA MIEDO... pero si en menos de un año ya tendria permisos..
Será como el cuento de Pedro y el lobo.Pués si ahora no le quiere denunciar,que no se queje.Y si le vuelve a pasar lo mismo,pués que se jorobe.A ver si lo que le gustaba era hacerse la víctima.......