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A primera hora de la tarde de ayer los equipos de emergencia fueron alertados de que un coche se había precipitado, desde una altura de unos cuatro o cinco metros, al interior del torrente de Esporles.

Rápidamente, la Policía Local de la localidad y dos ambulancias se desplazaron hasta el lugar del suceso y se hicieron cargo de la situación.

Según las primeras investigaciones policiales, se trata de un conductor de un Peugot 106 de color blanco, conducido por un ciudadano de nacionalidad española de unos 50 años de edad. Al parecer, la víctima perdió el control de su turismo, chocó contra un muro de aproximadamente medio metro de altura, volvió nuevamente a la calzada y diez metros más adelante arremetió contra el muro otra vez. En esta ocasión, el turismo salió disparado y cayó al interior del torrente, que afortunadamente llevaba poca agua.

Asistencia

Con suma efectividad, el personal sanitario desplazado hasta el lugar del suceso y una pareja de la Policía Local de Esporles consiguieron acceder hasta el coche, rescatar a su único ocupante y trasladarlo hasta un centro hospitalario. Según la primera exploración realizada por el personal sanitario, el conductor sufría policontusiones por diferentes partes de su cuerpo y una herida en la cabeza.

El accidente tuvo lugar en el punto kilométrico 2,900 de la carretera que une Esporles y Banyalbufar. El varón, en el momento de ser rescatado le comentó a los policías: «Perdone, señor agente, es que voy un poquito tocado». Al ser interrogado por los agentes desplazados, finalmente les reconoció que había ingerido bastante alcohol.

Dos horas más tarde de producirse el aparatoso accidente de tráfico, un camión grúa consiguió extraer el vehículo del interior del torrente. El vehículo sufrió daños materiales importantes.