Los dos padres acusados durante el juicio. | Víctor Malagón

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Condena por lo malo pero no por lo peor. La Audiencia Provincial ha condenado a penas de dos años de cárcel a los padres de una niña de Can Picafort por someterla a malos tratos de forma habitual en la vivienda familiar. Sin embargo, la Sala absuelve al padre de un delito de abusos sexuales. La sentencia quita la patria potestad de la niña a los padres durante tres años y medio.

Los hechos salieron a la luz en 2007 cuando la niña fue llevada al Hospital de Manacor por su abuela. Los médicos apreciaron multitud de hematomas en las nalgas de la menor. Las marcas de estos golpes mostraban huellas de dedos, por lo que procedían de un maltrato por parte de sus propios padres.

En el juicio la niña relató que su padre le golpeaba con un palo en el cuello y frases como que sus padres eran «malos». Antes de esa paliza los golpes eran comunes a la niña por parte de sus padres que también la ataban de forma habitual a una silla y a una mesa con una correa de perro.

Virus

En la misma visita al hospital los médicos encontraron a la menor una verruga síntoma de un virus de trasmisión sexual. Este hecho hizo saltar las alarmas ante un posible abuso por parte del padre. La sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial absuelve al acusado de este delito. El fallo judicial de manera especialmente exhaustiva desgrana los motivos por los que considera que no existen pruebas suficientes. Así indica que la propia niña en su declaración nunca habló de abusos sexuales y sí de golpes por parte de su padre. Todas las alusiones a abusos sexuales provienen bien de la abuela paterna de la niña y de sus familiares y de una psicóloga. Sobre los primeros, la Sala señala que mantienen una enemistad muy enconada con los acusados. Sobre la psicóloga que declaró que a ella la niña le habló de abusos, la sentencia admite que como alegó el abogado defensor, Jaime Campaner, no utilizó ninguno de los métodos habituales en estos casos y que no grabó la entrevista. Frente a esta psicóloga la valoración de otros profesionales no llega a una conclusión definitiva sobre si hubo o no abusos. Los médicos también apuntaron que hay otras vías de contagio distintas a la sexual para el condiloma que tenía la niña.