La redada se llevó a cabo en los alrededores de la Porta de Sant Antoni. | Assumpta Bassa

TW
37

La Policía Local de Palma ha vuelto a sacar el 'drogotest' a la calle y ataca de nuevo. Se trata del primer control diurno realizado desde que se implantó en Palma el nuevo dispositivo que permite detectar, con casi un cien por cien de fiabilidad, el consumo de sustancias estupefacientes por parte de los conductores.

Durante algo más de una hora, una veintena de agentes capitaneados por el inspector Jaume Pla tomaron posiciones en las inmediaciones de sa Porta de Sant Antoni de Palma. Los agentes se dividieron en cinco puntos de control con la finalidad de no entorpecer la circulación del tráfico y provocar retenciones.

Durante el dispositivo se realizaron 17 pruebas. Un total de 15 tests dieron un resultado negativo y dos de ellos fueron positivos en cocaína y en opiáceos-metadona. Además, también se realizaron cinco etilometrías con resultado negativo, se tramitaron seis denuncias de tráfico y se retiró un vehículo.

Hasta el lugar del control se desplazó el intendente jefe de la Policía Local de Palma, Antoni Vera, quien supervisó el dispositivo. El máximo responsable policial destacó las múltiples ventajas de la nueva herramienta y su alto grado de fiabilidad.

El importe de la sanción por conducir bajo los efectos de alguna droga es de 500 euros. En caso de negarse a efectuar la prueba se procedería a la detención inmediata. El 'drogotest', al realizarse con saliva, es capaz de detectar las drogas consumidas entre diez y doce horas antes de someterse a él.