Pasadas las nueve y cuarto de la mañana, unos vecinos detectaron llamas en una vivienda de segunda línea, en la playa den Repic. Los servicios de emergencia fueron alertados de inmediato y algunos particulares acudieron en auxilio de la mujer, que estaba atrapada. Minutos después apareció una patrulla de la Guardia Civil, que con la ayuda de dos escaleras de los vecinos, pudo llegar al primer piso.
Heroico
Los testigos relataron que un agente cargó en la espalda a la señora y la sacó por la ventana. La anciana estaba un poco aturdida y presentaba síntomas de intoxicación por inhalación de humo. Fue trasladada rápidamente hasta el PAC (Punto de Asistencia Continuada) de Sóller, donde se recomendó que fuera sometida a un chequeo más exhaustivo en un hospital palmesano.
Mientras tanto, los bomberos empezaron las tareas de extinción, que fueron complicadas porque las llamas estaban ya muy extendidas. Toda la sala de la casa quedó destruida por el fuego y el resto de dependencias se vieron afectadas por el humo y las altísimas temperaturas.
Brasero
Los bomberos creen que el brasero quemó las faldas de una mesa camilla y las llamas se propagaron después a los sofás y sillas. Las autoridades recordaron ayer que se trata del tercer caso de similares características. En la urbanización de Son Ferrer (Calvià), un hombre y sus perros murieron asfixiados el sábado por un brasero.
4 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Me da pena la señora,sola, pero lo que no se sabe fuera de la comarca es que la señora es riquisima, vive sola, y podría quitar el brasero y poner la calefacción, dinero le sobra, para esto y que tenga alguien que se ocupe de ella. El brasero estaba confecionado para la gente humilde, no para la clase alta.
Bueno menos mal que todo fue un susto.Y bien por el agente,que se cargo a la señora a la espalda,para sacarla.La verdad es que los braseros,son peligrosos.
No sé a qué están esperando las autoridades para prohibir los braseros. En ningún país de la Europa avanzada existen...
A los franceses les metía yo un brasero, pero por la puerta de atras.