Foto de la cena de fin de año de 2010 en la que aparece el parricida, su hijo y su mujer. | Redacción Sucesos

TW
21

«Todo esto es una locura, en la familia no entendemos nada. Miguel adoraba a su hijo, era toda su vida, así que no podemos comprender lo que ha ocurrido». Ana, una de las tías del pequeño Miguel Hidalgo Subires, relató ayer a Ultima Hora que el presunto parricida de Inca llevaba un tiempo con una profunda depresión y que acudía a un psicólogo para intentar recuperarse.

La mujer contactó ayer con este diario y quiso dejar bien claro una serie de puntos: «En primer lugar, es falso lo que se ha comentado que la familia estaba peleada. Nada más lejos de la realidad. También es falso que hubiera malos tratos en el pareja, Miguel nunca fue denunciado por Isabel».

El parricida era el mayor de ocho hermanos de Lloseta y hace unos cuatro años dejó el pueblo y se trasladó a Inca con Isabel y el hijo de ambos. La mujer había sido anteriormente su cuñada, pero se separó del hermano de Miguel y después se puso en relaciones con él.

Noticias relacionadas

«En algunos sitios han puesto a Miguel como un animal, y eso es mentira. Quería muchísimo a su hijo y pasaba todo el tiempo que podía con él. De hecho, era Miguel el que lo llevaba al colegio y después lo recogía. Estaba como loco con su hijo, siempre que podía estaba junto a él», añadió Ana.

La familia también ha pedido respeto en unos momentos tan dolorosos: «Nadie se imagina por lo que estamos pasando, así que pedimos un poco de respeto».

Por su parte, la Policía Judicial de la Guardia Civil ya ha dado prácticamente por concluida la investigación policial y sólo está a la espera de algunos detalles de la autopsia. El jubilado, que se estaba separando de su mujer, ahorcó a su hijo de 5 años el jueves por la mañana.