La víctima, Antonio Marcus Capó. | Joan Sitges

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La Fiscalía pide una condena de nueve años de prisión para un joven de 22 años de edad por dejar tuerto de un puñetazo a un vecino de Manacor. La víctima recriminaba al acusado y a unos amigos suyos el ruido que hacían durante un botellón. El acusado admite ser el autor de los hechos, sin embargo, su defensa -a cargo del letrado Jaime Campaner- solicita que se le apliquen varios atenuantes y que se le condene a una simple multa.

Los hechos ocurrieron el 24 de mayo de 2009 en torno a las doce y media de la noche. Un grupo de jóvenes estaban en el paseo del Ferrocarril de Manacor. El vecino del segundo de una de las viviendas les recriminó por el ruido que hacían. Incluso comenzó a hacerles fotografías para constatar la situación.

Los jóvenes vieron que les hacía fotos. Dos de ellos -el principal acusado y otro- comenzaron a tocar el portero automático. Como no les abrían rompieron el cristal y forzaron la puerta de la entrada. Después comenzaron a aporrear la puerta. La víctima abrió y el principal acusado le dio un puñetazo en la cara. Le rompió los cristales y uno de los fragmentos se le clavó en el ojo izquierdo, en el que perdió la visión.