Algunos de los heridos se encuentran en estado grave y al menos dos están en coma, informó hoy el Ministerio del Interior polaco.
Según la fuente, de los 16 fallecidos han sido identificados seis, uno de los cuales es de nacionalidad estadounidense y el resto polacos.
El accidente se produjo alrededor de las 21.00 hora local del sábado (20.00 GMT) cerca de la ciudad de Zawiercie (sur), en la línea entre Varsovia y Cracovia, una de las principales del país ya que une las dos ciudades polacas más importantes.
En los dos trenes viajaban, además del grupo de estudiantes españoles que iba a Cracovia, varios ciudadanos franceses y ucranianos.
Los pasajeros ilesos fueron alojados en una escuela cercana al lugar del siniestro y posteriormente se les trasladó en autobús a Cracovia.
En un primer momento, el Ministerio del Interior polaco informó de que en uno de los trenes viajaba un grupo de 19 españoles, aunque posteriormente un nuevo recuento confirmó que eran 16 jóvenes estudiantes de una beca Erasmus.
Uno de estos estudiantes, el granadino Pablo Aguilar, explicó a Efe que apenas notaron el impacto, ya que viajaban en uno de los últimos vagones y sólo fueron realmente conscientes de la gravedad de la situación cuando llegaron los servicios de emergencia.
Estos jóvenes españoles, que cursan una beca Erasmus en Florencia (Italia), pasan unos días de turismo en Polonia durante los que, además de Varsovia y Cracovia, visitarán Wroclaw (suroeste).
Entre este grupo de españoles hay chicas y chicos de entre 21 y 27 años, procedentes de Andalucía, Canarias, Asturias, Madrid y la Comunidad Valenciana.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, se trasladó esta madrugada al lugar de los hechos, donde reconoció que se trata de una de los accidentes ferroviarios más graves de la historia polaca.
«La realidad es mucho más dramática que las imágenes», lamentó Tusk frente al amasijo de hierros en el que quedó convertido uno de los vagones.
Por el momento se desconoce la causa por la que el tren que cubría el trayecto entre Varsovia y Cracovia transitaba por la vía equivocada y chocó de frente con el que se dirigía a la capital polaca desde Przemysl.
La Fiscalía polaca ha abierto una investigación, mientras que Donald Tusk declaró que por ahora no se debe pensar en responsables sino en cómo apoyar a las víctimas y a sus familias.
«No recuerdo sensación de frenado, sólo el fuerte impacto», explicaba uno de los viajeros en declaraciones que recogió la cadena de televisión TVN24.
«Oíamos a la gente gritar, aunque nosotros sólo podíamos rezar y esperar», añadió este pasajero, que ocupaba un compartimento en el vagón número trece del tren que se dirigía a Cracovia.
En las operaciones de rescate participaron 450 bomberos y más de un centenar de policías, aunque los primeros en asistir a los heridos fueron varios vecinos al lugar del siniestro.
De hecho el presidente polaco, Bronislaw Komorowski, quien esta mañana se trasladaba al lugar del accidente, agradeció a estos vecinos su rapidez a la hora de atender a los viajeros.
Polonia cuenta con una amplia red ferroviaria heredada del periodo comunista, aunque carece de trenes de alta velocidad y gran parte de su maquinaria y tendido están obsoletos.
De hecho, uno de los principales objetivos del actual Gobierno polaco es reformar la estructura ferroviaria del país, usada diariamente por cientos de miles de pasajeros por sus bajos precios.
Este verano, coincidiendo con la celebración de la Eurocopa de fútbol en este país, miles de turistas viajarán hasta Polonia, donde Cracovia y Varsovia serán sedes principales del torneo, y se prevé que muchos de ellos usen precisamente el servicio de trenes que une ambas ciudades.
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