El arresto lo practicaron agentes de radiopatrullas del Cuerpo Nacional de Policía.

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Agentes del Cuerpo Nacional de Policía procedieron, en la madrugada del martes al miércoles, a la detención de un varón acusado de un presunto delito de tenencia ilícita de armas y amenazas de muerte.

Los hechos se produjeron a las 03.45 horas en un bar ubicado en la calle Arquitecto Gaspar Bennassar de Palma.

Al parecer, varios ciudadanos llamaron al 091 alertando de que en el interior de un bar había se encontraba un hombre, visiblemente en estado de embriaguez, con una pistola semiautomática en la mano amenazando al personal.

Rápidamente, varias unidades se desplazaron hasta el lugar de los hechos donde localizaron al sospechoso. Durante el cacheo, en el interior de la ropa interior, el varón llevaba una Beretta semiautomática con balas en el cargador y de fuego real.

Según la declaración de varios testigos, todo apunta a que sobre las 03.40 horas, el acusado llegó al establecimiento en un alto grado de embriaguez y sangrando abundantemente por el labio superior.

En ese instante, se aproximó a un varón que estaba en el local en compañía de su familia y, sin mediar provocación alguna, se dirigió al cliente en los siguientes términos: «Mira lo que llevo aquí» -levantándose el jersey y dejando ver la pistola en el cinturón-. Acto seguido, el arrestado cogió el arma y la colocó, en clara actitud amenazante, sobre la barra del bar y comenzó un recital de amenazas.

En un momento dado, un grupo de ciudadanos consiguieron que el presunto delincuente abandonara el bar. Una vez fuera se abalanzaron sobre él y consiguieron quitarle el cargador y las balas.

El detenido no cesaba de gritar: «No pasa nada, ahora voy a mi casa y volveré con otra».

En ese instante llegaron varias dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía quienes se hicieron cargo de la situación y procedieron al arresto del sospechoso.

El detenido responde a la identidad de Juan Carlos B. M., de 46 años de edad y nacionalidad española.

El varón iba tan ebrio que afirmó desconocer la procedencia de la pistola. Es más, gritaba a los policías diciendo que no era suya a pesar de que fue localizada en el interior de su ropa interior. Ahora, el grupo de investigadores del caso tratan de descubrir la procedencia de la pistola dado que no es un arma muy común y su uso está muy limitado.