Araceli tiene 34 años y ha denunciado el caso a la policía. | Pedro Prieto

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«Me drogó con unas pastillas de benzodiacepinas que me metió en la comida, sin que me diera cuenta. Luego me violó y cuando desperté me había introducido joyas en la vagina para amenazarme con denunciarme por robo si contaba lo ocurrido».

Araceli es una vecina de Palma de 34 años que el pasado día 3 vivió una historia tan dramática como surrealista. Se despertó en la casa de un amigo, con la Guardia Civil haciéndoles preguntas, y acabó en el hospital de Inca, de donde le extrajeron alhajas de sus partes íntimas.

Un amigo

La víctima conoció al presunto agresor, de 69 años, recientemente y trabaron una amistad. «A principios de mes me regaló una tableta por el cumpleaños de mi hijo, pero estaba averiada y el lunes día 3 subí a Alcúdia para que la cambiara. Me invitó a comer en su casa y allí pasó todo. Sólo me acuerdo hasta las cuatro de la tarde; después, nada. Me han explicado que cuando te suministran tantas benzodiacepinas estás semiconsciente, pero tú no te das cuenta. Me desperté del todo el miércoles, por la mañana. Me encontraba fatal y había guardias civiles en la casa», recuerda.

Araceli fue acompañada al Hospital de Inca, donde en una inspección ginecológica le sacaron joyas de la vagina. «Él me amenazaba con que si contaba algo él diría que le había robado, y que iría a la cárcel», sostiene. El caso quedó bajo investigación de la Guardia Civil, pero después el varón la llamó por teléfono «y me contó las barbaridades que me había hecho cuando me drogó. Incluso me dijo que tendría que haberme embarazado», añade.

La mujer acudió entonces a Son Espases, donde un forense la examinó y comprobó que había sufrido una agresión sexual. Su calvario, empero, no acabó aquí. Días después, en concreto el pasado jueves, el acosador la siguió en Palma y la atacó por la espalda: «Me intentó estrangular, pero pasaba un coche y se asustó. He vuelto a poner una denuncia y he pedido una orden de alejamiento, pero me hacen poco caso. Me dicen que todo esto lleva un tiempo. Yo les digo que si tardan mucho me encontrarán muerta», concluye Araceli.