Agentes de la Policía Local de Palma, levantando actas y retirando el género a vendedores ambulantes ilegales. | Julio Bastida

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En la Platja de Palma todo sigue igual a pesar de las macrorredadas practicadas recientemente por la policía.

El incremento de las temperaturas provocó una asistencia masiva de turistas y con ello una avalancha de vendedores ambulantes, trileros, carteristas y masajistas chinas. A las doce del mediodía, desde el balneario 1 al 12 se contabilizaron 420 vendedores ambulantes ‘trabajando' simultáneamente.

Los agentes de la Policía Local procedieron a la detención de varias personas. La primera de ellas fue arrestada a última hora del sábado, cuando los agentes que patrullaban la playa se percataron de que había un turista alemán, de unos 25 años, tendido en el suelo inconsciente y con el rostro ensangrentado. Al acercarse y despertarlo, el varón se levantó y se lanzó a por los policías tratando de agredirlos. Rápidamente, los agentes lo redujeron y procedieron a su arresto. Iba muy ebrio. En la mañana de ayer, un vendedor ambulante fue requerido para requisarle el género. En ese instante, el nigeriano empujó al agente y salió huyendo. Minutos más tarde fue detenido por otras unidades uniformadas.

Finalmente, una pareja de carteristas rumanos también fueron detenidos cuando fueron sorprendidos robando carteras en la playa. Uno de ellos llevaba un móvil de alta gama cuyo robo había sido denunciado horas antes.