Agentes de la Policía Local de Palma practicaron las dos detenciones en la tarde del martes. | Alejandro Sepulveda Soler

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La violencia de género no conoce edades. El pasado martes, la Policía Local de Palma detuvo a un hombre de 89 años por propinar una paliza a su esposa, de 76. Dos horas antes, los agentes habían arrestado a otro varón, de 70, por idéntico motivo.

El primero de los incidentes se produjo sobre las 13.15 horas, cuando una señora de 66 años llamó muy nerviosa al 092 y pidió ayuda porque su cónyuge la estaba humillando y amenazaba con matarla con un cuchillo.

Horas de angustia

Una patrulla se desplazó hasta la casa de la señora y se entrevistó con ella. La mujer estaba en un estado lamentable y contó que los ataques verbales contra ella habían empezado a las nueve de la mañana, cuando su esposo se emborrachó y la emprendió contra ella. La insultó y humilló durante horas, y cuando el hijo se fue de la casa él le anunció que le iba a cortar el cuello con una navaja. La señora se aterrorizó y finalmente pidió ayuda.

El hombre, cuando fue cacheado, llevaba un cuchillo en el bolsillo izquierdo de los pantalones. Su versión de los hechos no ha trascendido, pero parece ser que no era la primera vez que se excedía psíquica y verbalmente contra su esposa. El acusado fue detenido y trasladado al cuartel de San Fernando.

A las 15.30 horas, la Policía Local fue informada de otro caso de malos tratos en el ámbito familiar. Los agentes quedaron sorprendidos cuando descubrieron que el maltratador era un hombre que iba a cumplir en breve 90 años de edad. Su esposa, de 76, contó que la había estado insultando y maltratando, y que finalmente la había lanzado con furia contra el suelo. A raíz del impacto, la víctima sufrió lesiones en un brazo, en concreto en el codo.

Al igual que el otro señor de edad, el octogenario fue arrestado y le tomaron declaración sobre lo ocurrido. Después, los dos quedaron en libertad.