Alejandro de Abarca en los juzgados de Inca tras ser detenido en julio de 2010. | Alejandro Sepúlveda

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Alejandro de Abarca se enfrenta a una de las mayores condenas de la historia por un único asesinato. Una vez declarado culpable de seis delitos por el jurado popular, la juez deberá establecer la pena, que se prevé que supere los 40 años de prisión. Tras el veredicto del jurado, el fiscal se vio obligado a aumentar en 13 años su petición de condena para De Abarca, pasando de los 31 años y medio que pedía inicialmente hasta los 44,5 que exige ahora. Los abogados que representan a la familia de Ana Niculai reclaman 47 años de prisión para el asesino, mientras que su abogado solicitó que le impusieran la pena mínima por cada uno de los seis delitos que se le atribuyen. En cualquier caso, De Abarca pasará como máximo 30 años en prisión ya que este es el período máximo que establece la ley en casos como el suyo.

La dura condena de más de 40 años de prisión que se espera para De Abarca sería de las mayores de la historia no sólo en Balears sino en España por casos de un solo asesinato.

Entre las sentencias más severas por hechos similares figuran las que se dictaron en contra del ecuatoriano Gilbert Chamba Jaramillo, apodado el ‘monstruo de Machala', y de Juan Manuel Valentín. El primero cumple condena de 45 años por la violación y asesinato, en noviembre de 2004, de una estudiante en Lleida. Fue su novena víctima ya que en su país natal violó y estranguló a otras ocho mujeres entre 1988 y 1993.

Por su parte, Juan Manuel Valentín fue sentenciado a 50 años de prisión por el rapto, violación y asesinato de una niña de nueve años en Valladolid, en el verano de 1992.

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Otros casos

La condena contra Alejandro de Abarca también sería mucho más dura que la de otros casos con gran repercusión mediática. Por ejemplo, el británico Tony King fue condenado a 36 años de prisión por abusar sexualmente y asesinar a la joven de 17 años Sonia Carabantes en el verano de 2003 en Coín (Málaga). Además, fue sentenciado por el asesinato de Rocío Wanninkhof, en 1999, a 19 años de prisión.

Miguel Carcaño, asesino confeso de la joven Marta del Castillo, fue condenado a 20 años de cárcel por la Audiencia de Sevilla, pena que elevó el Tribunal Supremo hasta los 21 años y tres meses.

En caso de superar los 40 años de cárcel, la sentencia de De Abarca sería mayor incluso que la de José Bretón, que fue condenado a 40 años por el asesinato de sus hijos Ruth y José.