Detenidos

Uno de los detenidos es conducido por la Guardia Civil. | P. Pellicer

Julio BastidaInca, Mallorca11/05/14 0:00
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Los dos autores materiales del crimen a hachazos del julidado de Pollença ya durmieron esta pasada noche en el Centro Penitenciario de Palma. Victoria Pelufo, magistrada del juzgado de Instrucción número 2 de Inca, ayer en funciones de guardia, ordenó el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para los dos presuntos autores del asesinato de Llorenç Colom, de 84 años de edad, perpetrado el pasado mes de enero en Pollença.

La jueza les imputa los delitos de asesinato con los agravantes de ensañamiento y alevosía y otro de robo con violencia. El ministerio fiscal, representado por Miguel Nuevo, solicitó que se le imputaran dichos agravantes dado el gran número de hachazos, la imposibilidad de defensa de la víctima y porque el ataque se perpetró por la espalda. Una vez escuchadas todas las partes, la magistrada atendió las peticiones del fiscal y en su auto de prisión les imputó el delito de asesinato.

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Por su parte, uno de los detenidos, Joan Cifre, conocido como Escorpí reconoció haber sido quien mató a Llorenç Colom, pero apunta que su compañero, Martí Mosca Blai fue quien lo remató después.

El primero de los acusados también confesó que lo tenían todo planificado, que el hacha la trajeron ellos de la calle y que el asesinato estaba totalmente planificado. De hecho, Escorpí confirmó que el botín del robo había sido de unos 3.000 euros. Algunas fuentes cercanas al caso también apuntaron que los presuntos asesinos se habían gastado el dinero en drogas. Por su parte, el segundo de los acusados, Martí Mosca Blai, de 56 años de edad no reconoció los hechos y se limitó a decir que no se acordaba de nada de lo que había pasado. Ambos sospechosos son personas muy conocidas en el pueblo y ya habían sido señaladas por sus vecinos días atrás. Se da la circunstancia que Martí ejercía su actividad laboral como barrendero del Ajuntament, mientras que Joan Cifre ejercía la mendicidad. Los dos arrestados fueron defendidos por los letrados Joan Suau y Rafel Llompart.