Ante las versiones contradictorias de la supuesta víctima y del vigilante sobre lo que ocurrió la mañana del 28 de agosto de 2013 en la que sucedieron los hechos, la magistrada ha absuelto al guardia de seguridad al no existir pruebas objetivas que le permitan decantarse por el relato de la mujer, que dijo haber sido agredida.
La jueza considera probado que la mujer, que había circulado en tren sin billete desde Marratxí, cuando trató de colarse detrás de otra persona para franquear los tornos de salida en la estación de Palma, fue advertida por el vigilante de seguridad que la conminó a que volviera a entrar en el recinto y pagara el billete.
La mujer se negó, alegando que tenía mucha prisa, fue obligada por el guardia a atravesar los tornos y recibió un golpe de las puertas automáticas que le causaron contractura muscular lumbar y erosiones en los antebrazos.
En el juicio, la mujer acusó al vigilante de golpearle las piernas, algo que el guardia negó ya que según él, la mujer se provocó ella misma las lesiones al colarse y ser golpeada por las puertas automáticas.
La jueza asegura que la versión del vigilante parece «más razonable», ya que las lesiones de la mujer son «más propias y compatibles con los golpes de dicho aparato pudiera causar, en su maniobra de apertura y cierre, que con los golpes, también en las piernas, que relata».
El sindicato CCOO ha defendido que el vigilante, «en estricto cumplimiento de sus cometidos», conminó a la mujer a no abandonar el recinto sin pagar antes el billete y se limitó a evitar que la mujer rebasara el torno.
4 comentarios
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Si no se hubiera colado nada le hubiera pasado. Hay mucho listo por ahí.
@Malagente y Mariposaroja....por favor dejad de inventar cosas, que eso a la gente normal nunca le pasa....lo que ocurre es que vais hasta el culo de drogas y alcohol y luego pasa lo que pasa
Yo tuve un accidente en las escaleras mecánica provocado por otra persona que cayó sobre mi. Nadie me auxilió, no hay primeros auxilios y después de pedir ayuda a la gente que psaba (por cierto nadie se paró) al cabo de un rato apareció un vigilante qu estaba más aturdido que yo. Le tuve que suplicar que llamara una ambulancia por el shock que llevaba y porque no podía caminar, mi pierna se empezó a inflamar y lo que digo ni agua. Es una vergüenza que unos servicios públicos que bien pagamos no se dignen ni tan siquiera tener un protocolo en casos de accidentes. Como ciudadana lo que deseo es que estos que se reparten el pastel se vayan cuanto antes. Son unos ineptos y pasan de la ciudadanía, sólo saben medrar llenando la Administración de asesores con sueldos astronómicos. Por favor escuchen a la población que ya está hasta el gorro.
A mi un vigilasnte de seguridad de la intermodal me insultó sin que yo le hubiera faltado para nada. Si a estos energúmenso les dan competencias policiales, como quiere hacer el desgobierno de Rajoy, puede haber muchas desgracias.