El cazador de Canayamel, en el banquillo de los acusados. | Alejandro Sepúlveda

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Un hombre que huyó de la Guardia Civil y disparó contra el vehículo de los agentes que le perseguían por conducir un turismo con matrícula falsa ha sido condenado a 3 años de cárcel tras confesar los hechos y alcanzar un acuerdo con la Fiscalía, que inicialmente pedía para él 14 años y medio de prisión.

El ministerio público y la defensa del acusado han pactado una conformidad que ha supuesto la aplicación de las atenuantes de dilación indebida, dado que los hechos se produjeron en el verano de 2009, y de reparación del daño, puesto que al hombre sufragó la reparación del coche de la Guardia Civil dañado por sus disparos.

De los 3 años de cárcel que le ha impuesto la Audiencia de Palma, solo 1 año y 3 meses son de cumplimiento efectivo (no necesariamente tendrá que entrar en prisión), ya que los otros 21 meses pueden ser sustituidos por multa.

En concreto, ha sido condenado a 1 año y 3 meses de encarcelamiento por tentativa de homicidio, 6 meses por tenencia ilícita de armas, 1 año por depósito ilícito de armas y municiones y 3 meses por falsedad documental.

Los hechos ocurrieron el 15 de julio de 2009, cuando el condenado circulaba con una matrícula que no correspondía al vehículo que conducía por las carreteras de Mallorca y la Guardia Civil le dio el alto.

El hombre no obedeció la orden de los agentes, por lo que se inició una persecución que terminó en un campo de trigo, donde el vehículo del perseguido quedó atascado, ante lo que J.M.T., acorralado, sacó una escopeta recortada que portaba en el coche y disparó, dañando con cinco impactos el automóvil de la Guardia Civil.

Tras disparar huyó a pie, pero los agentes le encontraron escondido en una cuneta y le detuvieron.

Posteriormente, agentes del instituto armado registraron sendas viviendas del detenido en Canyamel y Capdepera, donde encontra una veintena de armas de diversos tipos y calibres y 4.500 cartuchos. Solo disponía de licencia para algunas de las armas.