Imagen de una de las detenciones que se ha producido esta mañana. | Guardia Civil

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La Guardia Civil calienta motores en Calvià. A la espera de la inminente operación contra la corrupción policial y empresarial, ayer una treintena de agentes -fuertemente armados- llevaron a cabo una macro operación antidroga en Magaluf y Palmanova.
La investigación llevaba tiempo abierta, desde que la Benemérita descubrió que una banda de británicos controlaba parte de la venta de cocaína, pastillas y marihuana en bares de Punta Ballena y Magaluf. Las diligencias se llevaron a cabo con el máximo sigilio, con seguimientos y pinchazos, y ayer, a las siete de la mañana, se reventó la operación.
Una treintena de agentes, con pasamontañas, cascos, pistolas, escudos y chalecos antibala irrumpieron en distintos domicilios de la calle Hermanos Pinzones y de la Avenida de Magaluf. Para asegurarse de que los ‘narcos' no podían reaccionar, y ante el temor de que alguno estuviera armado, los expertos en asaltos urbanos de la Guardia Civil utilizaron arietes, que derribaron las puertas sin problemas. La mayoría de sospechosos, pues, fueron cazados en la cama, todavía durmiendo. Tras asegurar cada vivienda, los acusados fueron esposados y los perros adiestraron empezaron a buscar droga. Al parecer, hallaron cantidades significativas de distintas sustancias, que podrían suponer que el grueso de la banda desarticulada ingrese en los próximos días en prisión.
En el operativo, que fue seguido con mucho interés por numerosos vecinos, participaron agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) venidos ex profeso desde Madrid. Al cierre de esta edición eran nueve los detenidos, pero es probable que el número aumente porque hay más implicados. Los arrestados pasarán a disposición judicial en breve. Los guardias civiles también se incautaron de abundante documentación, que está siendo estudiada. Mientras duró la redada, un helicóptero de la Benemérita sobrevoló Palmanova y Magaluf.