La mujer posó de espaldas para salvaguardar la identidad de su hija. | Pere Serra

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Una madre ha denunciado ante la conselleria d’Educació el acoso que su hija lleva padeciendo por parte de sus compañeros en un colegio de Palma. Los hechos se remontan a cuatro años atrás.

La menor presenta una discapacidad intelectual del 46% y su madre considera que no pueden exigirle los mismos resultados académicos que al resto de alumnos. «Mi hija no puede seguir asistiendo a este colegio pero al no tener Síndrome de Down, no puedo inscribirla en un centro especializado». A la joven le han suspendido varias asignaturas debido a las faltas de asistencia, las cuales fueron autorizadas expresamente por la dirección del colegio para que fuese al centro especial, al cual acudía dos veces por semana.

Además del problema con el sistema escolar, el cual «no tiene ni pies ni cabeza», según la madre, la pequeña ha sido víctima de acoso por parte de sus compañeros.

«La niña está siempre sola en el patio, nadie quiere jugar con ella. Hace un mes sus compañeras intentaron encerrarla en una taquilla del colegio. Para que no la tachen de chivata no cuenta nada, está encerrada en sí misma. En los cuatro años que lleva en el colegio no la han invitado a ningún cumpleaños. En una ocasión, una chica la quiso invitar pero no lo pudo hacer ya que todo el grupo se negó a asistir si mi hija iba».

Otro de los hechos relevantes del caso es que la menor confesó haber sido tentada al suicidio por parte de sus compañeros. Cuando la madre le explicó a la directora que a su hija le habían propuesto saltar desde un tercer piso, ésta última le repitió hasta tres veces: «pero no saltó».