Desde el 2000, 74 personas han muerto en encierros y festejos taurinos en España. De ellos, 71 eran hombres y 3 mujeres.
Después de 2015, los años más trágicos son 2009, con 10 personas fallecidas, y 2012, con 8. Otras 7 personas murieron en los años 2010 y 2011, mientras que en 2007 fallecieron cinco.
En 2013 murieron cuatro personas, y tres víctimas mortales se registraron en los años 2001, 2003, 2004 y 2008. Con dos fallecidos, se sitúan los años 2000, 2002, 2005 y 2006, siendo 2014, con un muerto, el año con menos víctimas mortales producidas en los encierros.
En 2015, la primera víctima se produjo el pasado 24 junio, cuando un hombre de 43 falleció tras recibir varias cornadas durante la lidia tradicional del toro de San Juan en la feria de los Sanjuanes de Coria (Cáceres).
Solo un día después, muere un hombre de L'Ampolla (Tarragona) tras pasar varios días ingresado al resultar herido, el 22 de junio, durante la celebración de un toro embolado en las fiestas de Sant Joan.
El 5 julio falleció la tercera víctima del año, un hombre de 43 años al recibir una cornada en los festejos taurinos de las fiestas de Sant Pere celebradas en el barrio de Grau (Castellón).
El 14 julio, muere la cuarta víctima, un turista francés de 44 años a consecuencia de una cornada durante los espectáculos taurinos en Pedreguer (Alicante).
La primera víctima de este mes de agosto se produjo el día 9 cuando un hombre de 32 años recibe una cornada en el cuello en un encierro en Villaseca de la Sagra (Toledo). La víctima se encontraba grabando el espectáculo con su móvil y no se percató de que el animal se acercaba.
El 14 agosto pierden la vida dos hombres, uno de 32 años que recibió una cornada en la localidad valenciana de Museros durante los festejos del «bou al carrer» y otro de 55 que había sido corneado el día anterior en un encierro en Blanca (Murcia).
Un día después, el 15 agosto, José Alberto Peñas López, de 36 años, concejal de Traspinedo, fallece cuando participaba en un encierro en Peñafiel (Valladolid) por las graves heridas que le causó un novillo.
El 16 agosto murió otro joven de Calahorra tras ser corneado durante una suelta de vaquilla en las fiestas patronales de Lerín (Navarra).
El pasado 22 agosto, un hombre de 45 años falleció a consecuencia de una cogida sufrida durante los festejos de «bous al carrer» (toros en la calle) en Borriol (Castellón).
Además de estos sucesos, hay que sumar, la del hombre de 89 años, que murió el 3 de agosto, durante los festejos de «bous al carrer» en la localidad alicantina de Gata de Gorgos, a consecuencia del golpe que sufrió al caer al suelo cuando se encontraba presenciando el espectáculo en una zona protegida. Al parecer una vaquilla metió la cabeza entre los barrotes de la zona acotada y el anciano cayó y se golpeó la cabeza con el suelo.
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Todos sabemos que los toros son peligrosos y si tu te pones delante de un toro ya sabes lo que te puede pasar.Pero que es la vida cada dia un no saber que pasara.