La policía precintó el pasado 18 de diciembre 22 restaurantes vinculados a una red de explotación laboral. | Teresa Ayuga

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Los más de veinte locales del centro de Palma que permanecen cerrados por orden judicial ultiman la regularización de todos sus empleados para poder retomar su actividad. El ejemplo de los cuatro establecimientos -uno en la plaza de Cort y otros tres en el Festival Park- que ya han podido reabrir es la base con la que el resto de locales trabajan para poder funcionar de nuevo.

En concreto, los responsables de estas empresas están preparando la documentación para legalizar los contratos de sus empleados, una medida que afectará en total a algo más de un centenar de trabajadores que pasarán a tener una situación regular ante la Seguridad Social.

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El juez que se encarga de este caso ordenó la clausura de 22 locales el pasado 18 de diciembre. A estos se suman otros diez cuyo precinto se ordenó hace una semana al avanzar las investigaciones. La mayor parte de estos establecimientos están ubicados en lugares estratégicos de Palma como Palau Reial (frente al Parlament), Cort, Plaça Major y La Lonja.

Los que ahora están a punto de dar ese mismo paso son los locales que dependen directamente de los dos hermanos supuestos cabecillas de la trama. En los próximos días se espera que entreguen la documentación en el juzgado y que, de esta manera puedan volver a la actividad.