Tomeu Bauzà, con las empleadas municipales Marta Ferré y Joana Pons, que le ayudaron. | Antoni Pol

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Tomeu Bauzà, el único agente de la Policía Local de Lloret, reanimó durante quince largos minutos a un hombre que había padecido un infarto. Le salvó la vida. Este martes le paraban por la calle para felicitarle: era el héroe del pueblo.

Gaspar Estela, vecino de Lloret de 58 años, se dirigió este lunes a la casa consistorial para hacer papeleo. Justo al entrar dijo que se sentía cansado e instantes después se desplomó. El policía estaba justo al lado. «Vi que tenía el pulso muy débil, le quité la camisa y le practiqué la reanimación cardiopulmonar», relata el policía.

Una empleada del Consistorio llamó enseguida al 112 y otra marchó a por un médico en los bares de la plaza, pero no había ninguno. El agente restó quince minutos insuflándole aire y haciendo compresiones en su pecho. «No se atafagó y mostró su sangre fría», valoraba Joana Pons, trabajadora municipal.

Sobrepasados los quince minutos llegó la médico del PAC de Sineu equipada con un desfibrilador. Durante cinco minutos, la médico y el agente se turnaron para mantener con vida al vecino, y lo consiguieron. Por fin, unos cinco minutos después, llegó la ambulancia (una UVI móvil), que trasladó al afectado a Son Espases.

«Para mi es una satisfacción completa: he salvado una vida. No me lo podía creer», comenta Bauzá. En Lloret (menos de 1.500 habitantes) todos le felicitan. Él fue el que practicó la reanimación en solitario durante más de quince minutos, pero recuerda que el regidor Joan Oliver y el vecino Llorenç Coll le ayudaron. «Me muero de ganas de ver a Gaspar. Quiero ir a Son Espases a visitarle», se emociona Bauzá.