Según la investigación, en el año 2004, el enfrentamiento empresarial en la Platja de Palma era máximo. | Julio Bastida

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Un subinspector de la Policía Local de Palma, imputado en la causa de la presunta trama de corrupción policial, denuncia haber sufrido coacciones por parte del director general de un grupo empresarial de la Platja de Palma para que cerrara locales de la competencia.

Se trata del mando policial que, supuestamente, aparecía realizando trato de favor a locales de la calle Pare Bartomeu Salvà y que fue grabado por un equipo de detectives en el año 2004. Tras la activación de la investigación destapada este lunes en exclusiva por Ultima Hora fuentes próximas del que fuese jefe de la Unidad de Refuerzo de noche de la Policía Local han calificado los hechos de «campaña difamatoria y de persecución por unos hechos denunciados en su día ante la Guardia Civil».

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El día 15 de enero de 2015, el subinspector, acompañado por su letrado, acudió al cuartel de la Guardia Civil y prestó declaración de manera voluntaria. El capitán y sargento del Grupo de Información del Instituto Armado le tomaron testimonio donde confesó haber sido víctima de coacciones por parte del director de una empresa muy importante que trabaja en el sector turístico y ocio. En su relato, el mando declaró que «por aquel entonces un juzgado ordenó el cierre temporal de un conocido local de la zona. Y que, acto seguido, el director de la empresa, le coaccionó para que cerrara tres chiringuitos de la competencia para compensar la situación».

Según su declaración, se negó tajantemente a la aceptación de cualquier tipo de coacciones y a partir de ese momento fue objeto de una campaña de desprestigio y persecución.