La Policía Nacional apunta a nuevos establecimientos de ocio nocturno que sufrieron inspecciones y fueron sometidos a expedientes sancionadores por parte de agentes de la Policía Local de Palma por no someterse a las presuntas extorsiones practicadas por éstos.
En su informe, incorporado recientemente a la causa que investiga una presunta trama de corrupción urdida en el seno de la Policía Local en connivencia con altos cargos públicos del PP durante la pasada legislatura para beneficiar a grandes grupos empresariales de la noche, señala que sólo uno de los locales registró un total de 16 intervenciones policiales en 2009, una de ellas conjunta entre la Patrulla Verde y el Grupo de Acción Preventiva (GAP) -los dos principales grupos investigados en este procedimiento judicial-.
Se trata, según la Policía Nacional, de actuaciones que habrían sido llevadas a cabo «por no someterse a ciertas exigencias de algunos de los investigados».
De hecho, una testigo protegida llegó a señalar, según consta en el oficio, que se había visto forzada a pagar 60.000 euros a uno de los principales encausados, Nicanor G., por la instalación de un equipo de aire acondicionado en el local -ubicado en la calle Joan Miró- cuyo precio de mercado «no superaría los 4.000 ó 5.000 euros».
«El indicado Nicanor quería a toda costa explotar el local», señala la Policía, que relata cómo el dueño del establecimiento se negó a arrendárselo y fue tras ello cuando «empezó inmediatamente a sufrir inspecciones por parte de la Patrulla Verde».
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