Vista de la prisión de Palma. | MARC MESTRE

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El Centro Penitenciario de Palma ha sufrido 29 agresiones en 2016, siendo el periodo más conflictivo los meses de julio a septiembre cuando el número fue de 16. Con este volumen, el sindicato Comisiones Obreras afirma que es una de las cárceles «con mayor número de agresiones al personal penitenciario» por lo que pide «medidas urgentes».

Según explican, el déficit estructural de trabajadores -hay unas vacantes superiores al 12 por ciento de la plantilla- y la ausencia de tratamiento para enfermedades mentales en prisiones está disparando la conflictividad en el Centro Penitenciario, que «ha acabado encabezando el ranking de agresiones al personal penitenciario».

En un comunicado, señalan que este sábado se produjo una nueva agresión en la cárcel. En este caso, fueron tres compañeros los agredidos y dos de ellos fueron derivados al servicio de urgencia correspondiente.

Así, destacan que las agresiones en prisiones han ido aumentando cada año, sin que se haya tomado ninguna medida. El propio Ministerio del Interior reconoce que fueron 2.210 en los últimos seis años.

Por esto, CCOO denuncia que las agresiones se producen porque a los gestores de los centros, y a la cabeza de ellos el secretario general de Instituciones Penitenciarias, «no les preocupa este problema porque queda muy lejos de sus despachos».

Junto a las agresiones CCOO también denuncia el déficit estructural del Centro Penitenciario de Mallorca con un déficit superior al 12 por ciento y con áreas como las desempeñadas por el personal laboral con vacantes cercanas al 50 por ciento.

En este contexto, aseguran que la reinserción se ha convertido en una «mera declaración de intenciones y resulta imposible garantizar la seguridad y custodia» de los internos y lo que «es aún más preocupante» la propia salud de los trabajadores penitenciarios.

Por esto, CCOO defiende un Plan Integral Contra las Agresiones al Personal Penitenciario que aborde todas las causas que confluyen en este fenómeno y censura el «sesgo preocupante» de la Administración que les ha respondido, según denuncian, con un borrador de protocolo que introduce «en todo su texto la responsabilidad de los empleados en las agresiones por no seguir según dicen, los procedimientos adecuados».

De esta manera, el sindicato exige medidas activas urgentes, una oferta de empleo público extraordinaria, un plan integral contra las agresiones al personal penitenciario, y soluciones inmediatas para que la agresión en el Centro Penitenciario de Palma «sea la última».