La acusación reconoció que ha quedado acreditado que el procesado, que fue víctima de abusos por parte de su padre cuando tenía ocho años, tiene limitada su capacidad de controlar sus impulsos sexuales, aunque es perfectamente capaz de reconocer lo que está bien y mal. También consideró determinante que sea reincidente y que el ataque a la menor se produjera cuando estaba en tercer grado y disfrutando de un permiso. Antonio L. M. fue condenado antes a tres años y nueve meses por otro caso de abusos a una adolescente en Marratxí.
La fiscal lo considera autor de un delito de agresión sexual y por ello solicita una pena de diez años de cárcel así como una indemnización de 15.000 euros para la víctima.
Por su parte, la defensa del acusado pidió que se le considere culpable de un delito de abuso sexual con acceso carnal y se le condena a seis años de cárcel al aplicársele la atenuante de confesión y colaboración, ya que confesó los hechos al ser detenido y también durante el juicio celebrado en la Audiencia.
La condena por abuso sexual con acceso carnal incluye penas de entre seis y nueve años de cárcel. El acusado reconoció ante el tribunal haber atacado a la joven en un camino. La hizo saltar un muro para ir a una zona de bosque y allí le realizó tocamientos y le obligó a realizarle una felación, para después huir.
3 comentarios
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bien que cumpla su condena en la carcel y después deberian "inventar" un centro para que esta gente esté de por vida , no digo que los traten mal ni nada por mi como si tienen tv en el cuarto ...PERO QUE NO SALGAN JAMÁS
bien que cumpla su condena en la carcel y después deberian "inventar" un centro para que esta gente esté de por vida , no digo que los traten mal ni nada por mi como si tienen tv en el cuarto ...PERO QUE NO SALGAN JAMÁS
Atenuante por confesión, o sea viola y después confiesa y la condena se reduce a la mitad. En 3 años tendrá otra vez el tercer grado y a seguir la rueda. ¿Pero quien hace las leyes contra violadores? ¿los curas pederastas?