Una pareja de adolescentes paquistanís que intentó fugarse para contraer matrimonio murió ejecutada por descarga eléctrica en un «crimen de honor», a manos de los miembros de sus familias, que seguían las directrices de una yirga (asamblea que reúne a los notables y a los líderes locales) muy influyente, según ha informado la Policía.
Una chica de 15 años se escapó voluntariamente con su novio de 17 años en julio y se encontraban en la ciudad costera de Karachi cuando una yirga de los pashtunes les acusó de haber deshonrado a su comunidad.
Los familiares de los dos adolescentes llegaron a un acuerdo para que la pareja se casara. La familia del chico pagaría una cantidad de dinero a la de la futura esposa, según ha recogido Kamal Shah, un miembro del Foro de Pescadores de Pakistán, una organización no gubernamental que trabaja en el área.
«La familia de la chica había aceptado pero la yirga no aprobó el futuro casamiento y los familiares de los adolescentes se dieron cuenta de que si no les mataban tendrían que asumir las consecuencias al volver a su localidad», ha aclarado el primer periodista en recoger el caso, el paquistaní Zia Ur Rehman.
«Los adolescentes estaban atados a un 'charpai' (cama de cuerdas) y les habían aplicado descargas eléctricas», ha señalado el policía Amar Marwat, que también ha explicado que «mataron y quemaron a la chica primero y al chico al día siguiente».
Marwat ha arrestado a dos padres y a dos tíos de las víctimas y está buscando a unos 30 miembros de la yirga que han huido y se han ocultado para no ser detenidos. El agente lleva 25 años de servicio en Pakistán y ha asegurado que se ha enfrentado a múltiples casos de este tipo.
Más de 500 personas, casi todas mujeres, mueren cada año en Pakistán por casos similares a este, normalmente a manos de sus familias como castigo por «avergonzar» a su comunidad. Una activista defensora de los Derechos Humanos en Pakistán, Yohra Yusuf, ha indicado que estos datos evidencian «la tribalización de una sociedad en la que las yirgas tienen más influencia que los propios legisladores».
Las yirgas suelen conformarse en áreas rurales y conservadoras para lidiar con disputas locales, especialmente con aquellas que se producen entre familias pobres, y aunque operan de forma paralela a la legislación paquistaní, sus decisiones a veces son respetadas por las autoridades.
«La ley parece ser inútil» ha dicho el subdirector de la organización Sociedad de Ayuda Legal, con sede en Karachi, Maliha Zia Lari. «El padre del chico no pensó en pedir protección al Estado para su familia y los miembros de la yirga tampoco temieron recibir represalias por parte de las autoridades», ha concluido.
2 comentarios
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El que exista gente capaz de hacer algo asi, deshonra al ser humano. Estos asesinos no merecen ser considerados seres humanos, no se lo que son, pero personas,no.
En algunas culturas y sociedades (como la nuestra años 50) importa mas el que diran y la honra familiar, que el amor a sus hijos. Una aberración