Absuelto por drogar con burundanga y violar a una prostituta en Llucmajor

El tribunal recoge en la sentencia que no ha quedado acreditado que el hombre, defendido por el abogado Miguel Ángel Villalonga, «ejerciera algún tipo de violencia, ni que le obligara a consumir cocaína, ni que la amenazara si no hacía lo que él le pedía». Los jueces tampoco creen que le inyectase burundanga en la zona lumbar para anular su voluntad. Lo único que ha resultado probado es que el 21 de mayo de 2014 los médicos apreciaron que la mujer presentaba signos de haber recibido una punción en esa zona.

«No contamos con ninguna prueba analítica practicada a la denunciante que haya dado un resultado positivo a la escopolamina», señala el tribunal. Si la supuesta víctima hubiera estado bajo los efectos de esta sustancia no habría podido tener un recuerdo o un relato tan concreto de lo que hizo. «Es por ello que el relato tan detallado ofrecido por la denunciante respecto de lo que pasó es incompatible con la ingesta de esa sustancia».