Foto de archivo de armas.

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Balears cuenta con 41.754 hogares con al menos una pistola o escopeta de caza. Según información facilitada por el departamento de Armas de la Guardia Civil, aproximadamente unas 81.000 son escopetas; 5.500 armas cortas o pistolas; 14.000 armas largas rayadas, y cerca de 8.000 pistolas destinadas al uso policial.

Las Illes Balears están divididas en seis grandes grupos de intervención de armas; cuatro de ellos están ubicados en Mallorca (Palma, Manacor, Inca y Campos), uno en Menorca (Maó) y otro en Eivissa.

Desglose por zonas

Los datos oficiales reflejan que Palma, con 25.351 licencias, encabeza el ranking de posesión de armas de fuego, seguida de Inca con 4.690 permisos (engloba la Part Forana). La comarca de Manacor con 3.836 ocupa la tercera posición, mientras que Campos, con 3.121 cierra el cupo mallorquín. El resto de Islas se divide de la siguiente manera: Eivissa cuenta con 3.247 licencias de armas de fuego, y Menorca, 1.509.

Fuentes del Instituto Armado han confirmado que cada licencia, por ejemplo de caza, autoriza al titular de la misma a disponer de hasta un máximo de cinco armas.

La categoría de las licencias se divide de la siguiente forma: 34.516 licencias de armas tipo E (armas de tiro deportivo y escopetas de caza); 5.585 tipo D (armas largas rayadas para caza mayor); 1.148 tipo F (armas para uso en campos, galerías y polígonos de tiro) y 505 licencias Tipo L (coleccionistas). La legislación autoriza a los mayores de 14 años y menores de 18 que se encuentren en posesión legal de una autorización especial de uso de armas (AEM), a que utilicen las mismas exclusivamente para la caza o para competiciones deportivas.

Todos los titulares de armas de fuego con licencia tienen la obligación de guardarlas en lugar seguro y adoptar las medidas necesarias para evitar su pérdida, robo o sustracción. También tienen que someterse a la revisión de las autoridades gubernativas o sus agentes, siempre que les requieran para ello.

Otro punto importante es la comunicación inmediata a la Intervención de Armas de cada demarcación de la pérdida, robo, destrucción o sustracción. Si algún titular de una licencia perdiese sus papeles, las pistolas o escopetas serían depositadas en dependencias de la Guardia Civil en custodia hasta obtener nuevos documentos.

Todas aquellas personas que dispongan de un arma de fuego corta o larga de las no prohibidas a particulares, con acreditación de su especial valor histórico o artístico, pueden disponer de dos de avancarga (que se encargan por la boca del cañón).