Carbonell atiende a los medios ante su declaración ante el juez en el caso Cursach. | Alejandro Sepúlveda

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La exdirectora general de Turismo del Govern, Pilar Carbonell, ha ratificado ante el juez que no ofreció ningún trato de favor al empresario Bartolomé Cursach y, a preguntas de los medios, ha asegurado que espera que «se me desimpute».

Carbonell ha comparecido este miércoles en calidad de imputada por delitos de tráfico de influencias, prevaricación y uso de información privilegiada.

La exdirectora general de Turismo ha explicado a su salida del Juzgado de Instrucción número 12 que «lo único que he hecho es ser eficiente en la legalidad y vengo aquí a defender mi inocencia porque realmente no he hecho nada, absolutamente nada, ni para el señor Cursach ni para ningún otro grupo fuera de la legalidad».

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Carbonell ha asegurado a los periodistas concentrados a las puertas de los juzgados que «no puedo ser responsable de lo que otros dicen de mí». También ha explicado que «en ningún momento yo trasladé el expediente del señor Cursach. Sí que es cierto que el servicio de ordenanzas de la Conselleria de Turismo es un verdadero desastre y que las ubicaciones de los servicios de Dirección General están el Parc Bit y en ATB y la directora en Montenegro, por lo que hay que trasladar muchos documentos. Hemos estado meses sin ordenanzas ni registro, y la directora general, con su coche, cuando ha ido a una reunión o se ha tenido que desplazar, ha desplazado expedientes como lo ha hecho el chófer, el asesor... Eso se dice eficiencia».

«Al señor Sbert lo conozco de mi época en Restauración y al señor Cursach nunca lo había visto, no sabía ni qué aspecto tenía. Ahora sí porque lo he visto en fotos», ha aclarado.

Carbonell ha explicado respecto a la información de que se agilizó este expediente de Cursach que «el expediente entró en la Administración el día 5 de noviembre y yo lo firmé día 18 de enero de 2016. No son diez días como dice el oficio de la Policía».