Los mensajes de la testigo protegida han detonado la recusación.

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Manuel Penalva sólo podrá tomar resoluciones urgentes en el caso mientras se tramite el expediente de recusación. Una vez se registró este jueves el escrito, el juzgado tiene que dar traslado tanto a la Fiscalía como al resto de partes para que se pronuncien. Tendrán un plazo de tres días para hacerlo. Las defensas se sumarán casi en masa al incidente presentado por la defensa de Sbert si bien, varias de ellas introducirán alegaciones complementarias. Se trata de dirigir un único procedimiento. En todo caso, se podrían presentar otros incidentes de recusación antes del próximo miércoles.

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Penalva no ha asumido este viernes dicha recusación; por lo que el incidente irá a la Audiencia Provincial. Allí, el magistrado al que le corresponda por un turno especial tendrá que instruir un expediente. Una vez haya recopilado la documentación presentada por las partes o solicitado alguna otra más, será una de las secciones de la Audiencia Provincial la que resuelva de forma definitiva la recusación o no. Se trata de una resolución que luego no se puede recurrir, si bien, si es rechazada puede esgrimirse en el juicio como motivo para anular algunas pruebas.

El proceso debe ser breve necesariamente y durará en torno a un mes. En ese tiempo, la instrucción del caso estará en una especie de vacío porque no se aclara qué son esas diligencias urgentes que sí podría adoptar el juez. En caso de que se acepte, la instrucción la asumiría el titular del Juzgado número 6, Miquel Florit.