Los responsables de la investigación del caso de Diana Quer, durante la rueda de prensa.

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Las pruebas de ADN han confirmado este martes que el cuerpo hallado en el fondo de un pozo en una nave industrial en Rianxo (A Coruña) pertenece a Diana Quer, tal y como ha informado el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva Álvarez.

En una rueda de prensa celebrada en la Delegación del Gobierno en Galicia, Villanueva ha explicado algunos detalles sobre el caso de la desaparición de la joven, entonces de 18 años, el 22 de agosto de 2016 en A Pobra do Caramiñal.

Tras mostrar la «solidaridad y cariño» con su entorno y el «recuerdo» a Diana Quer, el delegado del Gobierno ha detallado que esta madrugada las pruebas de ADN ratificaron que el cuerpo encontrado en Rianxo pertenece a Diana Quer.

Por su parte, el coronel jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Manuel Sánchez Corbí, responsable en la investigación del caso, ha explicado que «la primera hipótesis era que podían ser varios atacantes».

Además, ha añadido que el móvil de Diana fue clave, «la aparición del teléfono nos confirmó que el caso era un secuestro». Además, ese hallazgo indicó que «el agresor era alguien relativamente profesional de la delincuencia».

Sánchez Corbí señala que en noviembre de 2016 comienza el trabajo operativo sobre José Enrique Abuín, «El Chicle», el detenido por este caso.

Por su parte, Francisco Javier Jambrina, otro agente, ha señalado que «estábamos seguros de que el autor del crimen era 'El Chicle'».

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«El Chicle» preguntó a la Guardia Civil en noviembre de 2016, cuando se convirtió en principal sospechoso, por qué lo seguían los agentes.

Las pesquisas sobre los vehículos dieron a «El Chicle» un «cincuenta por ciento de probabilidades» de estar implicado en los hechos y se convirtió en «principal sospechoso» en noviembre de 2016, pero en noviembre del año siguiente, no quedó «duda» alguna de que a Diana Quer se la había llevado en su vehículo.

Antes de eso, en noviembre (de 2016) es cuando «empieza el trabajo operativo sobre él. Es un profesional de la delincuencia en un terreno que domina, difícil de trabajar. Se mosquea y cree que lo van siguiendo. En un entorno que domina, lleva ventaja y nosotros no», ha detallado Sánchez Corbí.

Fue el 24 de ese mes cuando llamó a la Guardia Civil y dijo: «Creo que me están siguiendo, ¿tú sabes por qué?», consultó a un agente, pues «pretendía saber» qué conocían los investigadores.

«Cometió un fallo. Dijo que la noche en cuestión estuvo con su mujer en las fiestas de A Pobra. Él se situó en el escenario», ha agregado el coronel de la UCO.

«El 30 de noviembre los citamos a declarar como testigo a él y a su mujer. Él se equivoca, dice que sale a robar gasolina, no se sitúa en A Pobra, comete un error. La mujer le mantiene la coartada, dice que sale con él, pero el teléfono de la mujer esa noche se mantiene en casa, empezamos a dudar», ha desvelado Corbí.

Y tal sensación se incrementó cuando Abuín Gey dejó un teléfono para su análisis, pero no era el suyo, y no fue hasta más tarde cuando entregó a la Guardia Civil el que se buscaba, pero «reseteado», por lo que «sigue siendo un elemento de sospecha».

No fue, sin embargo, hasta noviembre de 2017 cuando los agentes tuvieron claro sin «ninguna duda» de que José Enrique Abuín Gey era el supuesto responsable de la desaparición de Diana Quer.

Encontrar el cuerpo se convirtió entonces en «fundamental», tanto para el caso como «para reparar a la familia», puesto que para la unidad que tanto tuvo que ver en el desenlace de este suceso, dar con el cadáver es «igual de importante que descubrir al autor», al menos al «cincuenta por ciento».