Una llamada del 902 informó a los agentes de la presencia de un hombre desorientado en el interior de un bar. Al llegar al lugar, una ambulancia estaba atendiendo al individuo, que iba indocumentado y no sabía dónde vivía, según ha explicado el cuerpo de seguridad municipal en un comunicado.
Los policías comprobaron su nombre y sus datos en el padrón y averiguaron su domicilio. Mientras la ambulancia lo derivaba a un centro sanitario para su valoración, los agentes se trasladaron a su casa.
Cuando llegaron a la vivienda, se entrevistaron con la madre del hombre. Esta les contó que su hijo convivía con ella desde hacía cinco años y que su carácter se había vuelto más violento.
La mujer condujo a los agentes al interior de la casa y les mostró que en una de las estancias había siete bates de béisbol y tres catanas dispuestas en un atril.
También dirigió a los policías a otra habitación porque sospechaba que su hijo guardaba más armas en una mesita que tenía tres cajones con candados. Tras entregarles las llaves, los agentes encontraron una gran cantidad de armas blancas.
La mujer pidió a los agentes que interviniesen todo el material porque temía que su hijo cometiese algún acto violento y les mostró un parte médico con cuadro psiquiátrico y antecedentes médicos.
3 comentarios
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Hay que informar rápidamente al FBI, para que tome las oportunas medidas según protocolo.
Bravo por esa madre, que es capaz de delatar a su hijo para evitar males mayores.
BIEN POR ESA MADRE