Los agentes están analizando las grabaciones para tratar de localizar a los menores y proceder a su detención. | Bombers de Palma

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Cerco a los pirómanos. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía investigan el contenido de una grabación donde puede verse a un grupo de jóvenes con bidones de gasolina en las manos que queman contenedores.

Palma sufre una oleada de incendios en fines de semana contra contenedores y vehículos. Estas acciones, además de ser constitutivas de un posible delito de estragos penado con un mínimo de cuagtro años de cárcel, acarrearán a sus autores importantes multas e indemnizaciones.

Según fuentes próximas a la investigación a las que ha tenido acceso Ultima Hora, en las imágenes puede verse a varios adolescentes (chicos y chicas) rociando de gasolina los contenedores y acto seguido prendiéndoles fuego. Desde un primer momento, los investigadores tenían sospechas de que los pirómanos eran delincuentes muy jóvenes. Hace meses que sus gamberradas mantienen en jaque a los cuerpos policiales, equipos de extición y al personal de Emaya.

Sospechosos

«En ocasiones los incendios de contenedores los realizan los propios vecinos para que Emaya les cambien los depósitos, pero en esta ocasión el ‘modus operandi' hacía presagiar que estábamos ante las gamberradas de adolescentes», apunta una fuente conocedora de la investigación.

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Los bomberos tuvieron que extinguir durante la madrugada del domingo dos focos de incendio, en menos de una hora de diferencia, en las calles Llaüt y Trasimé de la Platja de Palma. La Policía Local de Palma confirmó que un total de seis contenedores quedaron totalmente calcinados por el efecto devastador de las llamas.

El primero de los incendios se declaró pasadas las 5.30 horas de la madrugada en la calle Trasimé, muy cerca de unos conocidos locales de prostitución de s'Arenal. Los vecinos, alertados por las llamas y por la intensa columna de humo avisaron a los equipos de emergencias. Los bomberos consiguieron extinguir el fuego con suma celeridad.
No habían transcurrido ni una hora de ese episodio cuando, a escasos metros, en la calle Llaüt -a la altura del número 32- se declaraba un nuevo foco. Un voraz incendio que dejaba totalmente calcinados otros tres contenedores.

En la madrugada del pasado sábado, El Rafal y El Vivero se convirtieron en el objetivo de los pirómanos.

Los nuevos contenedores arden con mayor facilidad

Fuentes de los Bombers de Palma han confirmado que los nuevos contenedores de Emaya arden con mayor facilidad que los antiguos. «Son más silenciosos, pero antes teníamos gran parte de los depósitos de basura que eran metálicos y no se quemaban. Ahora, al ser más pequeños hay más cantidad y se propaga el fuego», señalan.