Especialistas de la Guardia Civil están realizando estos días en el torrente del Gorg Blau y en sa Fosca prácticas de rescate con el fin de mejorar el auxilio a excursionistas, y lo llevan a cabo en una zona donde han ejecutado tres intervenciones en lo que va de año. | Guardia Civil

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Especialistas de la Guardia Civil están realizando estos días en el torrente del Gorg Blau y en sa Fosca prácticas de rescate con el fin de mejorar el auxilio a excursionistas, y lo llevan a cabo en una zona donde han ejecutado tres intervenciones en lo que va de año.

Las prácticas se enmarcan en los ejercicios conjuntos que realizan los especialistas del Grupo de Rescate Especial e Intervención en Montaña (GREIM) junto con los miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), con el fin de mejorar el servicio de rescate de personas accidentadas en montaña, ha informado el instituto armado en un comunicado.

Agentes de ambos equipos han llevado a cabo en esta ocasión el descenso de dos barrancos enlazados, el conocido como Gorg Blau y su continuación, Sa Fosca, una mezcla de barranquismo que en algunos tramos se convierte en descenso subacuático, debido a las pozas llenas de agua que se encuentran a largo del torrente.

Según la Guardia Civil, este tipo de prácticas ayudan a estar prevenidos para la extracción de accidentados en cuevas subacuáticas como el rescate del espeleólogo Xisco Gracia de la cueva de Sa Piqueta el pasado año.

El barranco de Gorg Blau y Sa Fosca, está calificado como uno de los barrancos deportivos más espectaculares de Europa. Debido a sus formaciones, dimensiones y orografía, está catalogado como de «difícil», por lo que se requiere experiencia en descenso de barrancos, conocerlo, tener destreza técnica en el deslizamiento con cuerda (rápel), usar traje de neopreno y poder maniobrar de manera autónoma.

Durante el recorrido total del barranco, se realizan alrededor de 40 saltos. De los 2.500 metros de la parte más difícil y técnica, se recorren alrededor de una quinta parte en total oscuridad. A lo largo de su variada orografía hay toboganes, saltos, sifones, rápeles, destrepes, largas pozas y formaciones rocosas, que se han de superar para completar su recorrido.

La Guardia Civil ha advertido de que es un barranco «solo apto para excursionistas ya iniciados en este deporte». Si se produce algún accidente, requiere la intervención de los especialistas en montaña.

Señalan que la falta de experiencia y preparación y la carencia del material necesario para practicar este tipo de deporte, son las causas más habituales de los accidentes que ocurren en estos torrentes.

En 2018, la Guardia Civil ha realizado o participado hasta el momento, en tres rescates en el interior de este barranco.