Miquel Pol, en una carrera.

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El fallecimiento de Miquel Pol ha causado una gran conmoción en la familia del ciclismo mallorquín, que se ha vestido de luto por la pérdida del joven, de 29 años, que se precipitó por un barranco de unos 15 metros en la zona del Salt de la Bella Dona tras tratar de esquivar a una cabra en el descenso de Lluc.

Los aficionados al deporte del pedal lloran a Miquel Pol, un deportista aficionado muy querido y cuya muerte ha causado un gran impacto en su Binissalem natal y en Inca, donde residía y cuya familia política es conocida. Su fallecimiento también lo han sufrido especialmente en Mancor de la Vall, ya que había pertenecido a su club ciclista durante años.

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El Club Ciclista Mancor de la Vall anunció este martes la suspensión de la carrera que tenía programada para esta tarde por las Festes de Sant Joan. Desde la directiva prevén trabajar para organizar una nueva cita que sirva como memorial para un «compañero que sobre todo era una gran persona». «Era un diez», resumen desde la directiva, que comenta que «haremos todo lo que haga falta para rendir homenaje a Miquel».

Los compañeros de Pol, casado desde hacía apenas un año y trabajador de Túnel, están consternados por la desgracia y lamentan que las emergencias se demoraran casi una hora en llegar al lugar. Ahora prevén mantener contactos con las autoridades para proponer iniciativas que eleven la seguridad de una zona en la que otro ciclista ya sufrió un accidente.

Este miércoles se oficiará el funeral, a las 19.30, en la iglesia de Santa Maria la Major, en Inca.