«La mayoría de los niños perdió un promedio dos kilos», dijo un inspector del departamento de salud de Tailandia. | Efe

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Los 12 niños que fueron rescatados desde el interior de una cueva en Tailandia perdieron un promedio de dos kilos durante los 17 días que estuvieron atrapados, pero en general están en buenas condiciones y no presentan signos de estrés, dijo el miércoles un alto funcionario de salud del país asiático.

Este miércoles se han publicado las primeras imágenes que muestran a los niños ingresados en un hospital. Los tailandeses reaccionaron aliviados y con muestras de euforia después de que el último grupo del equipo de fútbol «Jabalíes Salvajes» fue rescatado el martes del complejo de cuevas de Tham Luang, cerca de la frontera con Myanmar, poniendo fin a la angustia generada por un accidente que acaparó la atención en todo el mundo.

Los 12 niños estaban acompañados por su entrenador, el único adulto del grupo.
Los últimos rescatados fueron llevados en helicóptero a un hospital ubicado a unos 70 kilómetros del complejo de cuevas para unirse a sus compañeros de equipo, que se encuentran en cuarentena.

«Tras nuestra evaluación, están en buenas condiciones y no presentan estrés. Los niños fueron bien atendidos en la cueva. La mayoría de los niños perdió un promedio dos kilos», dijo a periodistas Thongchai Lertwilairattanapong, un inspector del departamento de la salud de Tailandia.

Cuatro primeros menores rescatados en Tailandia recibirán el alta el domingo

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Los padres de los primeros cuatro niños liberados el domingo ya han podido visitarlos, pero debieron usar trajes de protección y estar a unos dos metros de distancia como medida de precaución.

Thongchai dijo que uno de los niños del último grupo rescatado el martes tenía una infección pulmonar y que fue vacunado para prevenir la rabia y el tétano.

El primer ministro tailandés, Prayuth Chan-ocha, pidió el miércoles que a los niños se les dé tiempo y espacio para recuperarse.

«Lo importante es el espacio personal. Tenemos que controlar esto por los niños, porque su sistema inmune todavía está débil», dijo Prayuth a periodistas. «La mejor manera es no molestarlos».