Imagen de la prisión madrileña de Navalcarnero.

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Un interno del módulo 6 del centro penitenciario de Navalcarnero ha agredido este domingo a tres funcionarios y a uno de ellos le ha arrancado la oreja de un mordisco, por lo que han tenido que ser trasladados al Hospital Doce de Octubre, según ha denunciado el sindicato UGT-Prisiones.

El portavoz de UGT-Prisiones, Antonio González, ha explicado que se trata de un interno de nacionalidad dominicana, apodado 'El Grapa', con un perfil «muy violento y conflictivo», que está en prisión por delitos de homicidio, estafa, lesiones y robo, entre otros, y que se estaría dedicando a extorsionar a otros compañeros del módulo.

Su compañero de celda, según ha explicado González, había pedido el cambio, precisamente, porque decía que le extorsionaba, y después de que en la cárcel se accediera al cambio, el supuesto agresor se quejó de que el primero le había robado un aparato de radio y le pidió a los funcionarios que intervinieran.

En un primer momento, los empleados públicos se negaron a devolverle el aparato y, al parecer, según relatan los testigos, entró en la sala de día, rompió una silla de la misma y utilizó una pata «como arma intimidatoria» para defenderse, al tiempo que comenzó a insultar a los funcionarios.

Tras intentar reducirlo, tres de los funcionarios sufrieron lesiones. Uno de ellos, en prácticas, sufrió una mordedura en la oreja. El interno acabó arrancándosela, con la consecuente pérdida del pabellón auditivo, ha explicado González, quien ha detallado que se encuentra en el Doce de Octubre con un cirujano plástico que le está reconstruyendo la oreja y, en principio, según fuentes médicas, no perderá la audición.

Otro de los funcionarios presenta una rotura de un dedo de la mano izquierda y el tercer empleado público tiene varias costillas rotas, según explican desde UGT Prisiones. Estos dos últimos ya han recibido el alta hospitalaria, mientras que el interno, que pudo ser reducido, se encuentra en el módulo de aislamiento.

Desde UGT-Prisiones han destacado la «profesionalidad» de la plantilla del centro penitenciario de Navalcarnero y reclaman «más plantilla y más recursos humanos para dicho establecimiento carcelario, que cuenta actualmente con más de 1.020 internos».

Del mismo modo, desde UGT-Prisiones exigen que el incidente que ha dado lugar a estas agresiones quede registrado por parte de la dirección de los centros y subsumido en el ámbito de aplicación del Protocolo Específico frente a las Agresiones en el ámbito penitenciario (PEAFA). «Es importante para que se pueda dar una cobertura jurídica, psicológica y sanitaria a los compañeros», ha dicho el responsable federal de UGT-Prisiones.

«Venimos denunciando agresiones continuas todos los días», ha recordado González, quien ha detallado que desde el jueves hasta el domingo ha habido agresiones a funcionarios en las cárceles de Cuenca, en Picassent (Valencia) y en la de Tahiche, en Lanzarote.

Desde CSIF, sindicato mayoritario en la Mesa de Negociación de Prisiones, también han condenado la agresión y ha explicado en un comunicado que mañana pedirá en una reunión que mantendrá con el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, que agilice el desarrollo de la figura de agente de autoridad para los funcionarios de prisiones así como que se refuercen las plantillas y las medidas de seguridad.

Para CSIF, es «determinante» la aplicación «rigurosa» del PEAFA, el «inmediato» traslado del interno agresor a un Centro «con las condiciones de seguridad necesarias para evitar su conducta agresiva», y, sobre todo, «poner de manifiesto la situación real de peligro que sufren todos los profesionales de prisiones como consecuencia de la desastrosa política de personal que permite estas situaciones».

Desde CSIF han exigido a los nuevos gestores que «de una vez por todas solucionen la alarmante falta de efectivos que aquejan» a las prisiones, «que encaren una política tendente solucionar este déficit, y sobre todo que tomen conciencia de la necesidad de proteger a todos los profesionales del ámbito, mejorando sus condiciones de trabajo».

Fuego en la celda

Se trata del tercer incidente grave en esta prisión durante el mes de julio. El pasado día 3, varios funcionarios de la prisión madrileña resultaron intoxicados levemente por el incendio originado presuntamente por un interno de nacionalidad dominicana en aislamiento, informó CSIF.

Al parecer, el interno habría prendido fuego al colchón de la celda que ocupaba en el departamento de aislamiento, un reo con un largo historial de altercados en prisión. El fuego provocó una gran humareda negra, por lo que los funcionarios tuvieron que intervenir rápidamente para evacuar a todos los internos del módulo.

Según el sindicato, varios funcionarios presentaron parte de lesiones por principio de intoxicación por inhalación del humo, aunque se encontraban fuera de peligro.

El interno permanecía en una celda de aislamiento al estar clasificado según el artículo 75.1 del Reglamento Penitenciario por una pelea que tuvo días atrás en el módulo 6. Ya en aislamiento había protagonizado varios incidentes. Tres días antes del incendio, el interno fingió que se había desmayado: tras salir precipitadamente con él en una camilla, en enfermería se constató que no le pasaba nada.

Más agresiones

Además, el viernes 13 se produjo otro altercado cuando un interno del módulo 8 fue trasladado a enfermería después de que un funcionario lo encontrara en su celda, junto a su compañero, con signos de intoxicación, balbuceando y con dificultad para andar.

En enfermería, este preso se negó a permanecer en la celda de observación y por la tarde, cuando ya se encontraba en su celda, comenzó a insultar a los funcionarios de la cabina cuando estos le dijeron que no iba al módulo 9 (de respeto).

Los funcionarios trataron de calmarle pero, aprovechando que había que llevar a otro interno a enfermería, consiguió salir al pasillo central donde fue interceptado por uno de los trabajadores. El interno le propinó una patada en la tripa y le tiró al suelo.

Otro funcionario que salió en auxilio de su compañero también recibió un golpe. Finalmente, consiguieron hacerse con él y fue trasladado a aislamiento quedando bajo el artículo 72 del Reglamento Penitenciario.