Fotografía modificada digitalmente tomada el 4 de julio de 2018, de la joven española Patricia Aguilar (c) cargando un bebé acompañada por dos mujeres y cuatro menos que también fueron encontrados por la policía en una secta de la ciudad de San Martín, en la región de Junín, en la selva de Perú. | Efe

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La joven española Patricia Aguilar, liberada el pasado 4 de julio en Perú tras ser captada por el líder de una presunta secta, se reencontró con su padre en aquel país gracias a las gestiones del Ministerio peruano de la Mujer, los servicios sociales y los psicólogos que llevan el caso.

Así lo comunicó este miércoles su familia en un comunicado, en el que también asegura que ese reencuentro fue «muy bueno», donde la joven y su padre, que viajó en junio pasado a Perú para ayudar a las autoridades a buscarla, pudieron abrazarse y conversar durante bastante tiempo.

Además, Patricia Aguilar habló con su madre y su hermano a través de videollamada, aunque en un principio se pensó que después de más de un año en la secta pudiera rechazarlos.

Desde su liberación, la joven permanece en un albergue de acogida del Ministerio de la Mujer de Perú, donde tanto ella como su bebé de un mes son atendidas de la desnutrición que sufrieron durante su estancia en la selva peruana.

En la actualidad, la familia depende de trámites administrativos para que Patricia y la bebé puedan volver a España, pero como ningún facultativo asistió el parto de la joven, no hay un certificado médico para el registro de la niña y deben esperar hasta finales de julio para poder registrarla y continuar con los trámites.

La familia agradeció al Ministerio de la Mujer «el trato y la profesionalidad con el que está llevando el caso», ya que, gracias a ellos, «Patricia evoluciona favorablemente».

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Igualmente, hizo un llamamiento a los organismos de los que dependen los próximos trámites para que la vuelta de Patricia y su bebé se realice a la mayor brevedad posible para ofrecer a la joven ayuda especializada en España en un ambiente familiar y estable.

Patricia se fue de casa el 7 de enero de 2017, después de que el líder de una presunta secta, Félix Steven Manrique, la convenció a través de internet para que huyera a Perú y se uniera a él.

Al parecer, este hombre la fue enamorando desde que ella tenía 16 años -aprovechando que Patricia había sufrido la pérdida de un familiar con el que estaba muy unida- hasta los 18, cuando abandonó su hogar.

La joven fue encontrada el pasado 4 de julio, gracias al operativo desarrollado desde la Fiscalía de Tratas de aquel país.

Estaba sola y al cuidado de varios menores, entre ellos su bebé, en una casa ubicada en una zona peligrosa de la selva de Perú y en condiciones insalubres.

A varios kilómetros de allí fue localizado y capturado el líder de la presunta secta, Félix Steven Manrique, junto a otras dos mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses, y con signos de violencia.