Fuentes de Renfe han informado de que una vez retirados los trenes implicados en el accidente, los técnicos de Adif están culminando los trabajos de reparación en la infraestructura para normalizar el tráfico ferroviario a primera hora de la mañana, cuando se podrán recuperar los horarios y frecuencias de paso habituales de las líneas R4 y R12 de Cercanías al inicio del servicio.
Según Adif, los daños en la infraestructura causados por el choque han afectado esencialmente a la vía, que ya ha quedado reparada sustituyendo los raíles.
Para ello, ha sido necesario actuar en un tramo de 200 metros en los que se han repuesto 90 metros de carril y 280 traviesas, además de reforzar las sujeciones y hacer una decena de soldaduras.
También han ejecutado operaciones de nivelación y perfilado de la vía en una longitud de 600 metros y han adecuado 300 metros de la catenaria para permitir los trabajos de retirada del material afectado.
Para llevar a cabo estas actuaciones, se ha movilizado un tren taller, palas cargadoras para crear accesos, otra maquinaria de vía (bateadora y perfiladora), un mini tren, vagonetas de electrificación, camiones y otros vehículos, además de unos 50 técnicos especialistas.
Por otra parte, Adif, Renfe y los Mossos d'Esquadra siguen trabajando en la recopilación, análisis y evaluación de toda la información disponible para avanzar en la investigación del accidente, en paralelo a la que está llevando a cabo la Comisión de Investigación de accidentes Ferroviarios.
El accidente ocurrió sobre las 18:20 horas del pasado viernes cuando un tren Regional y otro de Cercanías chocaron frontalmente a la altura de Castellgalí (Barcelona).
Protesta
Alrededor de 1.000 personas, según la Policía Local, se han manifestado este lunes en Marnesa (Barcelona) para pedir a Renfe un «servicio digno» de Rodalies tras el accidente ferroviario del viernes, en el que se produjo un choque frontal de dos trenes y murió una maquinista.
La manifestación, convocada por la organización juvenil Arran y otras entidades, ha exigido inversiones y un transporte público de calidad y ha asegurado que no quiere «más muertos por culpa del abandono y privatización de los transportes públicos».
'Ya está bien. Queremos un servicio digno. Renfe tenéis las manos manchadas de sangre' era el lema que se podía leer en una de las pancartas de la manifestación.
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