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La ‘operación Río Negro' truncó los planes de una banda de narcotraficantes que introducía importantes cantidades de cocaína en Mallorca entre 2016 y 2017. La Fiscalía reclama penas que suman 49 años de cárcel y más de 850.000 euros en multas para seis acusados. La Audiencia de Palma acogerá el juicio contra la presunta organización el próximo 6 de marzo.

El Ministerio Público sostiene que la banda, integrada por sudamericanos y españoles, tenía «gran estabilidad personal y logística». El líder, que dirigía la red desde Castellón, se encargaba de gestionar la compra de las sustancias con los proveedores y preparar los transportes de la droga a Mallorca.

El jefe contaba con la colaboración de un hombre, en paradero desconocido, que tenía una empresa de alquiler de coches. La acusación pública indica que preparaba en sus instalaciones los huecos en los vehículos que iban a ser utilizados para transportar cocaína. Los depósitos eran «sumamente difíciles de descubrir».

Uno de los acusados, de 36 años y origen colombiano, se ocupaba de la distribución de la cocaína en Mallorca. A veces se encargaba él mismo de transportar la sustancia de la Península a la Isla. Una mujer, de 29 años y nacionalidad portuguesa, le ayudaba haciendo viajes acompañada de otro hombre para que la Guardia Civil y la Policía Nacional no sospecharan. Dos españoles recibían de forma habitual la cocaína. La almacenaban y mezclaban para rebajar su pureza con otras sustancias.

El 30 de mayo de 2017, el hombre colombiano y la mujer portuguesa embarcaron en Valencia con un ferry de Baleària con destino al puerto de Palma. Viajaban en un Renault Megane que llevaba ocultos en el fondo lateral del maletero tres paquetes que contenían cocaína. El acusado confesó a los agentes policiales su implicación en los hechos investigados y que estaba esperando un segundo cargamento que enviarían desde la Península cuando realizase una llamada perdida a otro sospechoso.

El colombiano pidió a los policías que le dejaran llamar, pero no facilitó la matrícula del vehículo que contenía la droga ni la identidad de su conductor porque dijo que desconocía esos datos. El 1 de junio de 2017, otro de los encausados embarcó en Valencia en un ferry de Trasmediterránea a bordo de un Daewoo Lanos. En la puerta lateral del copiloto portaba tres paquetes con casi dos kilos de cocaína. Fue detenido al llegar a Mallorca.