Los hachazos le abrieron varias heridas en la cabeza a J.V.L.

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«Se abalanzó con un hacha grande y vino a matarme. Después de varios hachazos en la cabeza, me quedé inconsciente y al recuperarme traté de huir pero me golpeó varias veces más en la espalda. Se cebó conmigo pero por los menos no atacó a las chicas». Así relata J.V.L., vecino de Sabadell de 39 años, la «pesadilla» que sufrió en carne propia la mañana del 20 de mayo en el número 3 de la calle des Vedrà, en Ibiza.

En declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, J.V.L., relata que tres semanas después sigue sufriendo mareos, pesadillas, tiene problemas auditivos y está pendiente de un revisión del neurólogo en Barcelona. Uno de los hachazos le lesionó la escápula y también se lesionó el tobillo con el que frenó uno de los hachazos que «iba directo a mi cabeza», advierte.

J.V.L., se encontraba en Ibiza pasando unos días con un amigo. La noche del domingo había quedado con unas amigas y les llevó a la casa donde estaban alojadas de alquiler en la zona de ses Figueres. Según explica, el joven que acabó convirtiéndose en su agresor había sido contratado para vigilar el edificio de nueva construcción y había «aprovechado la coyuntura» para alquilar la planta baja a las chicas. «Cuando llegamos el hombre empezó a insultar a las chicas. Por lo visto le habían cogido algo de pasta de cocinar y su reacción fue quitarles el microondas a las chicas. Les llamó de todo y le dije que esa no eran formas de dirigirse a una mujer. Él se fue a su habitación y yo me quedé durmiendo en el sofá. En un momento dado oí unos ruidos, unos pasos y al abrir los ojos allí estaba él empuñando un hacha enorme», relata la víctima.

«Me lanzó cuatro o cinco hachazos y traté de repelerle con las piernas y los brazos, pero me alcanzó la cabeza. Sangraba bastante y perdí el conocimiento. Según me contaron las chicas, estando inconsciente él continuó pegándome patadas en la cabeza. Ellas se interpusieron y me dejó allí completamente ensangrentado. Al recuperarme, me incorporé y salí corriendo del inmueble y pedí auxilio en el hotel que había al lado. Al poco tiempo llegaron las primeras patrullas de la policía y finalmente dieron con él y lo arrestaron. Fue una auténtica pesadilla que podría haber resultado mortal, pero me alegro de que a las chicas no les pasase nada», advierte la víctima que todavía tiene presentes por todo su cuerpo las huellas de la brutal agresión.

J.V.L., recuerda que las chicas encontraron el hacha que pudo causarle lesiones mortales. «Estaba bastante afilada y uno de los golpes fue el que me causó un corte en la ceja y la brecha más grande de las tres que me abrió en la cabeza», apunta el hombre que tiene palabras de agradecimiento para las chicas, el personal médico y para Eduardo Luna, el abogado que le atendió y representó durante su estancia en Ibiza.

Las lesiones le obligaron a permanecer tres días hospitalizado en Can Misses con una treintena de grapas en su cabeza, heridas de las que todavía está convaleciente.

El agresor está en prisión
El agresor, S.V.F., un joven de 33 años y nacionalidad española, fue localizado en una zona de pinos próxima al escenario de los hechos y detenido poco después por un intento de homicidio.

La titular del juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza, María Luisa Bustillo, en funciones de guardia, ordenó el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para el joven de 33 años detenido por protagonizar un ataque con hacha que «convirtió unas vacaciones de Ibiza en un auténtica pesadilla» para la víctima.