El personal del 061 recibe clases de defensa personal. | Julio Bastida

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«Los datos facilitados por el Govern en relación a las agresiones sufridas por parte de los técnicos de ambulancia del SAMU-061 sólo cuentan los ‘caídos en combate', pero no todos los heridos. Las estadísticas dicen que once compañeros han sido agredidos en los últimos meses, pero la realidad es muy diferente. Son más de un centenar las agresiones verbales, empujones, amenazas y vejaciones que sufrimos a diario. Nos encontramos ante una situación muy grave que requiere soluciones urgentes». Así de claro y rotundo se muestra Jorge Martínez Valdivieso, secretario del comité de empresa.

El colectivo de profesionales de Técnicos en Emergencias Sanitarias de Balears (TES) representa a más de 200 profesionales del sector. «Yo soy teleoperadora de emergencias y tengo miedo de enviar los recursos a según que zonas o servicios porque parece que los estoy enviando a la guerra», comenta Laura Priego.

«Los sanitarios estamos recibiendo formación en defensa personal y los chalecos anticorte que quieren que llevemos no se justifican. No ha habido una agresión de ese tipo en 20 años y no deseamos un ‘efecto llamada'. Nuestra misión es sanitaria y de atención a los enfermos y accidentados, no se trata de que nos equipen como si fueramos antidisturbios», señala Rubén Uroz, presidente del sindicato FS-TES y del Comité de Seguridad y Salud del GSAIB.

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«A día de hoy ya puedo anunciar que el protocolo de protección que quiere implantar el Govern está condenado al fracaso. El motivo es muy sencillo, no está consensuado con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La Guardia Civil, Policía Nacional y policías locales son grandes profesionales y nos tienen en gran estima y afecto, pero no cuentan con un protocolo específico de ayuda a los sanitarios». «No se entiende que en un servicio de urgencias y emergencias donde lo que prima es la vida, se tenga que realizar un tramite de 4 llamadas antes de que la policía pueda activar un recurso. No es culpa de ellos, sino del protocolo, que carece de eficiencia», señala Uroz.

Entrevista

Los representantes de los técnicos sostienen que los profesionales tienen miedo y exigen una reunión urgente con la consellera de Salut, pero ésta, hasta la fecha, se niega a recibirlos. «La solución no pasa sólo por la instalación del botón del pánico, hay que trabajar en la prevención», concluye Uroz.