Tras pasar a disposición judicial en los juzgados de Vía Alemania, el magistrado les dejó en libertad con cargos. | Alejandro Sepúlveda

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La autoridad judicial ordenó retirar la custodia de la pareja de nacionalidad guineana que, el pasado lunes, fue detenida en Palma por agredir a sus hijas de 12 y 14 años por no querer llevar el velo ni practicar la religión musulmana. Las menores, a partir de ahora, quedan bajo la tutela del departamento de Protección de Menores del Consell de Mallorca.

Los padres fueron puestos en libertad con cargos tras atender los informes de los técnicos del IMAS, de la educadora social de la Escola Graduada y de la Policía Nacional, y al considerar que no existe riesgo de fuga.

19 años en la Isla

Tal y como les adelantó ayer Ultima Hora, los detenidos son un hombre de 52 años y una mujer de 48 años. El padre de familia llegó a la Isla en el año 2000, y su esposa lo hizo tres años más tarde. Los seis hijos que la pareja tiene en común nacieron en Palma, y su nacionalidad es española.

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Fuentes próximas al caso a las que ha tenido acceso este diario confirman que la autoridad judicial, hace unos años, ya había quitado la guarda potestad de sus dos hijos mayores, una chica de 15 años y un chico de 14. En aquella ocasión, la medida vino ocasionada porque los menores habían sido víctimas de un presunto caso de violencia en el ámbito familiar.

Los informes policiales y de los técnicos del técnicos del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) recogen las testificales de todos los menores. Los niños explicaron a los agentes la constante violencia a la que estaban sometidos. Si los pequeños entraban en el domicilio y no saludaban al padre, éste se levantaba, cogía el cinturón y propinaba varios latigazos. En cierta ocasión, uno de los niños se olvidó el pantalón en el fútbol y al llegar a casa fue víctima de una paliza por parte de su progenitor. En todas las agresiones, la madre siempre estaba presente y no hacía nada para tratar de frenar los ataques de ira de su esposo.

Las dos hijas, de 12 y 14 años, agredidas recientemente, presentaban marcas de latigazos en la espalda. Resulta que el padre utilizaba el cable del cargador del teléfono, e incluso su propio cinturón para dar latigazos a las pequeñas y enseñarles a ir «por el camino correcto». Las pequeñas declararon que su progenitor siempre les decía que «tenéis que llevar el velo y la vestimenta como vuestra madre». Cuando éstas se negaban, el padre se enfurecía y daban comienzo las agresiones.

Lo más llamativo del caso es que de los seis hijos que tiene la pareja, cuatro de ellos le han sido retirados. En la actualidad, los dos más pequeños siguen viviendo en el domicilio de la pareja.