La Policía Local fue la encargada de reducir y detener al presunto suicida de Capdepera.

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Dos policías locales de Capdepera lograron evitar que un hombre se quemara a lo ‘bonzo' y prendiera fuego a una gasolinera.

A las 22.13 horas del pasado viernes, una empleada de la estación de servicio ‘Galp', ubicada en la autovía Joan Carles I de Capdepera, alertó a los equipos de emergencia de que un hombre -de unos 40 años- había accedido al establecimiento y tras coger un paquete de cuchillas de afeitar y una botella de agua, tiró el contenido del recipiente y lo llenó de gasolina. Acto seguido, se vertió el líquido inflamable de cintura para abajo. En ese instante, la dependienta se encerró en el interior del establecimiento atemorizada ante la posibilidad de que se prendiera fuego a él mismo y que salieran volando todos por los aires. Varios testigos corroboraron la versión de la trabajadora.

Varias patrullas de la Policía Local de Capdepera acudieron de urgencia al lugar, pero a su llegada, el presunto suicida había abandonado el lugar. Una dotación policial se dirigió a la gasolinera Repsol, que se encuentra a unos 300 metros del lugar del altercado, localizando al sospechoso. Uno de los agentes actuantes se aproximó al hombre, le cogió la mano en el que llevaba una bolsa llena de botellas de gasolina, y le redujo con el uso de la fuerza estrictamente necesaria. El arrestado ofreció una gran resistencia. En el momento de su detención, cuando tenían al varón tumbado en el suelo, los policías percibieron un fuerte olor a gasolina, percatándose que el sospechoso portaba un mechero escondido en una de sus manos. Tras interceptarle el encendedor, los agentes comprobaron que el varón tenía todo el cuerpo impregnado de gasolina. El arrestado fue introducido en un vehículo policial y trasladado hasta el centro médico de Capdepera, ya que los policías sospechaban de que el hombre podía padecer alguna enfermedad o trastorno mental. Una vez examinado por los facultativos, la Policía Local consiguió identificar al sospechoso. Se trata de un vecino del municipio de 41 años de edad y nacionalidad española.

Finalmente, el médico del PAC ordenó su ingreso involuntario en el área de psiquiatría del hospital de Manacor, trasladando al hombre mediante una ambulancia del SAMU-061, custodiada por una unidad de la Guardia Civil.

«A punto de provocar una tragedia»

Los vecinos de Capdepera lo tienen muy claro. «Entendemos que se trata de una persona enferma, pero estuvo a punto de hacernos volar a todos por los aires. Iba cargado de botellas de gasolina y si no llega la Policía Local a tiempo nos vamos todos al otro barrio», apunta Miquel, un vecino de la zona. El arrestado está en tratamiento.