La procesada, este viernes, durante el juicio celebrado en una sala de lo Penal de Palma. | Juan P. Martínez

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«No recuerdo casi nada de aquel día. Solo que bebimos mucho y fumamos». Esta fue la respuesta de una mujer, de nacionalidad extranjera y 39 años de edad, cuando el representante del ministerio fiscal le preguntó sobre los hechos que ocurrieron la mañana del 16 de diciembre de 2017 en un piso de La Soledat, en Palma.

Aquel día, sobre las 8.00 horas, la acusada asestó dos puñaladas a su pareja tras una discusión por celos. La Fiscalía pide para la fémina cinco años de prisión y que indemnice a la víctima en más de 10.000 euros.

La procesada, que entró en prisión preventiva después de ser detenida aquella mañana, trató de explicar no sin dificultad los hechos. «Cogí un cuchillo pero no quería hacerle daño. Fue todo tan rápido que no recuerdo qué pasó», explicó. Admitió que habían discutido y que pensaba que él le iba a «agredir».

Esto último fue rechazado por la víctima, de 44 años. «No era la primera vez que me agredía de esta manera, pero aquella mañana me apuñaló dos veces cuando me iba a trabajar y en la segunda cuchillada la hoja se quedó dentro de mi espalda», apuntó.

Un compañero de piso oyó la discusión y acudió a la habitación. Allí vio al hombre malherido y llamó al 112. Dos agentes del CNP acudieron al piso y detuvieron a la mujer. Ambos rechazaron que estuviera muy bebida, tal y como ella sostuvo en el juicio. El hombre fue llevado a Son Llàtzter.

«He perdido mi trabajo»

El varón se lamentó ante la jueza y el fiscal la situación en la que se encuentra desde entonces. «Perdí el trabajo después de la agresión y nadie me ha ofrecido nada ni me ha ayudado como hombre maltratado», explicó.

El fiscal pidió en el juicio que la procesada entre de manera inmediata en prisión, cuestión que se decidirá en los próximos días.