La familia de Cédric Chouviat denunció los hechos nada más sucederse, y están convencidos de que los resultados de la autopsia avalan su tesis de que hubo brutalidad policial y mala praxis. Recordemos que estos primeros informes indican que a la víctima le rompieron la laringe durante la maniobra de reducción, y acabó muriendo por hipoxia (falta de oxígeno), que le condujo a una parada cardiorespiratoria y muerte cerebral.
Por su parte, el ministro del Interior del gobierno de Francia, Christophe Castaner, ya se ha referido en varias ocasiones a la cuestión, que la fiscalía de París investiga como un posible homicidio involuntario, enfatizando el respeto a la investigación, de la que desea que exista total transparencia.
También se ha pronunciado la defensa de los agentes implicados, tres hombres y una mujer, afirmando que la muerte de Cédric Chouviat es, «ante todo, una terrible tragedia para la familia», aunque también lo es para los funcionarios, «muy afectados» por el fallecimiento del detenido.
Asimismo, el letrado responsable del caso hizo hincapié en el relato que mantienen los agentes, según el cual, «todo comienza en un semáforo, donde los policías ven a un individuo que pasa en una moto con un teléfono móvil en la mano». Uno de ellos le apercibe de su comportamiento, y el conductor le responde con un gesto despectivo.
Siempre según la versión de la policía parisina, se le da el alto y desde el principio Chouviat adopta una «actitud de provocación verbal y física», llegando a gritar «¡violencia policial!» en mitad de la calle. Se le controla la documentación y todo es relativamente normal por espacio de unos minutos, tras los cuales se le informa de que será multado por conducir utilizando el teléfono. Es después cuando, según los investigados, Cédric Chouviat vuelve al vehículo policial, los interpela y estos deciden arrestarlo, con el final que ya todos conocemos.
El abogado mantiene que los agentes eran menos fuertes físicamente que el fallecido, que se resistía fuertemente a ser reducido, destacando que en todo momento se intentó garantizar su seguridad y la de los propios policías. A partir de aquí será la investigación la que determine si la muerte de Cédric Chouviat se produjo como consecuencia de una mala praxis o en cambio fue un trágico infortunio.
Esta versión contrasta con la ofrecida por la entidad civil Ligue des droits de l'Homme (LDH), que ha denunciado el caso y que mantiene que el fallecido siempre se había mostrado diligente y colaborador con los agentes de la policía de París, con los que en ocasiones se relacionaba como consecuencia de su trabajo.
4 comentarios
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Es una pena pero al final la gente que vale para trabajar o tiene estudios encuentra trabajo, y las fuerzas de seguridad se convierten en el refugio para encontrar una salida laboral de lo peor de las zonas más desfavorecidas de España
Lamentar lo sucedido, una vez más la violencia policial muestra su... "servir al ciudadano" y su profesionalidad desproporcionada y cruel. Salut a ses Illes Balears, força Catalunya, agur.
Los dos vigilantes de la detención en el Hospital... seguro que se identifican, estarán en casita de baja viendo las noticias. Salut, força a ses illes, força Catalunya!
Aunque sea desde aquí, ánimo a la policía francesa.No dudo en absoluto de su veracidad, con tanta gente cargada de odio y desprecio a las fuerzas del orden que sólo saben empatizar con los delincuentes o "presuntos"...hasta el día que se topan de frente con ellos.