El dueño de la finca de Totalán, David Serrano. | Daniel Pérez

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El dueño de la finca donde murió Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo en Totalán (Málaga), ha sido condenado a un año de prisión después de declararse culpable de la muerte por imprudencia grave del menor tras el acuerdo alcanzado con los padres del pequeño a los que indemnizará con 180.000 euros.

La vista oral se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga y el acusado, además de reconocer los hechos que le imputan el fiscal y la acusación particular, ha pedido perdón y ha asegurado que nunca quiso «que al niño le pasara nada».

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Tras un acuerdo de conformidad, el magistrado ha dictado sentencia de forma verbal y ha estimado los atenuantes de reconocimiento tardío de los hechos y reparación parcial del daño.

El juez también ha acordado una indemnización para cada uno de los padres de 89.529,27 euros y para la Junta de Andalucía por los gastos del rescate del pequeño de 663.982,45 euros.