Los sospechosos ingresaban dinero desde una cuenta que no era suya a las cuentas bancarias de la pareja, y después ésta tenía que sacarlo y entregárselo. En una de las ocasiones permanecieron más de 12 horas en el domicilio de las víctimas, ha indicado la Jefatura en un comunicado.
Las investigaciones se iniciaron a principios de diciembre, al tener conocimiento los agentes que una pareja al parecer estaba siendo amenazada por un grupo de personas.
Durante las investigaciones, los policías averiguaron que la pareja había conocido a un grupo de personas en un parque mientras consumían, al parecer, marihuana y posteriormente, cuando se encontraban en el coche, había acudido el grupo a amenazarles con una navaja «para que les pagasen 3.000 euros por lo que habían consumido». Al no poder la pareja hacer frente al pago, «les ofrecieron otra manera de solucionarlo».
Continuando con las investigaciones, los agentes averiguaron que el grupo le había solicitado a la pareja sus números de cuentas bancarias, diciéndoles que recibirían 500 euros cada uno, y que después tenían que retirar y entregárselo en mano.
Transcurridos unos días, los sospechosos se presentaron en el domicilio de la pareja y les dijeron que «iban a recibir nuevamente dinero que tenían que sacar y entregárselo, mientras que a la mujer al parecer le metían el cañón de un arma de fuego en la boca», por lo que la pareja accedió a lo solicitado.
Hasta que no recibieron la transferencia, no abandonaron el domicilio de las víctimas, y permanecieron en el mismo más de 12 horas. Al día siguiente, los sospechosos regresaron al domicilio de la pareja y realizaron la misma operación, que tras recibir la transferencia, sacaron el dinero.
En el transcurso de las investigaciones, los agentes averiguaron que la cuenta bancaria desde la que la pareja había recibido la transferencia estaba inmersa en una investigación, ya que su titular se había percatado de que le habían realizado varias transferencias por un valor de unos 32.000 euros a distintas cuentas bancarias de España, probablemente hackeando su teléfono móvil. Dos de las cuentas bancarias a las que habían realizado dichas transferencias correspondían a la pareja.
Como consecuencia de las investigaciones, los policías identificaron a dos miembros del grupo y tras realizar diversas comprobaciones los detuvieron como presuntos autores de los delitos de detención ilegal, amenazas graves, estafa y organización criminal. No obstante, se continúa con las investigaciones para el total esclarecimiento de los hechos.
Los detenidos, uno de ellos con antecedentes policiales, uno ha pasado a disposición judicial, mientras el otro tras ser oído en declaración fue puesto en libertad, no sin antes ser advertido de la obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial cuando para ello fuese requerido.
2 comentarios
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Esta chachi , dejan a uno libre para que siga " trabajando " que ......... De In-Justicia.
Como se puede dejar en libertad a un individuo que realiza estos actos Alguien entiende este tipo de justicia???????????