El juez Manuel Penalva, el exintendente de la Policía Local de Palma Antoni Vera y el fiscal Miguel Ángel Subirán. | Archivo

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Los abogados del exintendente de la Policía Local de Palma, Antoni Vera, han pedido al Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) que sean requisados los teléfonos móviles, ordenadores y otros dispositivos electrónicos del juez Penalva y el fiscal Subirán, ya que pueden contener información clave para el proceso.

El escrito se entregó el viernes y en él se solicita que los investigadores se lleven todos los dispositivos de los respectivos domicilios particulares del juez y del fiscal y también de sus despachos. Los whatsapps y otros mensajes entre ellos, o con el Grupo de Blanqueo o algunos periodistas pueden haber sido eliminados, pero no el rastro informático de los servidores del Ministerio de Justicia, cuando escribían desde sus despachos.

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Declaraciones

Vera, que está imputado en el ‘caso Cursach', también solicita que declare ante el tribunal un periodista al que supuestamente Penalva y Subirán filtraban informaciones para un «linchamiento mediático» previo y también la comparecencia de la madame, que lo acusó de corrupción. La investigación de la Policía Nacional contra la testigo protegida confirmó lo que Ultima Hora siempre había denunciado: que mentía de forma compulsiva y acusaba a inocentes. Los infundios que declaró sobre Vera fueron completamente desmontados, pero a día de hoy el exintendente continúa imputado.

Asimismo, los abogados del exjefe del cuartel de San Fernando, cuya carrera policial quedó arruinada por las falsas acusaciones, piden que se aporten los registros de que Subirán visitó en junio de 2013 el despacho de Vera, cuando aquél era el máximo responsable del cuartel. Estaba indignado porque, según contó, llevaba «meses sin dormir» por culpa de un aparato de aire acondicionado en un local junto a su casa y supuestamente exigió que le arreglaran el asunto. El entonces intendente, en ese momento, llamó al jefe de la Patrulla Verde, Biel Torres, para ver qué se podía hacer para arreglar el incidente doméstico. Pero Subirán no quedó contento con la gestión ni con ellos: «Yo cuando muerdo soy como un perro de presa». Después, Vera y Torres fueron imputados.