Según ha informado la Jefatura Superior de Baleares, a las 22.20 horas de este miércoles se comisionó un indicativo a través de la Sala Cimacc del 091, para acudir al lugar de los hechos tras haber recibido una llamada en la que comunicaban que se estaban produciendo unas agresiones entre varias personas y que una llevaba un cuchillo.
Al llegar al lugar de los hechos, los agentes se percataron de que se trataba de un edificio ocupado por diversas personas, quienes manifestaron que el agresor había llegado muy alterado porque le habían robado su teléfono móvil y había agredido a dos personas, al parecer a una de ellas con unas tijeras.
De acuerdo con los agentes, las víctimas, que presentaban heridas leves, informaron que mientras el presunto autor les intentaba apuñalar también les amenazaba de muerte. Más tarde, los policías se introdujeron en el edificio, donde encontraron al agresor en el hueco de la escalera esgrimiendo un destornillador. Tras intentar los agentes que abandonase su actitud, el agresor subió las escalaras hasta la azotea.
Allí el presunto autor se colgó de la cornisa, agarrándose a esta con las manos y apoyando los pies en un pequeño saliente de la pared, ante lo que los policías proceden a sujetarlo fuertemente de los brazos para evitar su caída.
Según la Policía Nacional, el hombre en todo momento opuso resistencia a la ayuda proporcionada por los agentes, haciendo una gran fuerza para intentar soltarse.
Finalmente, los policías lograron poner a salvo al supuesto agresor pasado unos minutos, tras lo que le cachearon localizando dentro de su bandolera unas tijeras y procedieron finalmente a su detención.
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